Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Nos enteramos que el Diputado local, Salvador Rosas Quintanilla, fue llamado por el gobernador electo de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca a su rancho en “La Pesca”.
Chava Rosas, como lo conocen muchas personas, es un empresario exitoso, con un sentido especial para los negocios y eficaz para aterrizar proyectos que ayudarán a impulsar la economía del estado, tal como lo tiene planeado el gobernador electo.
Cabeza de Vaca, no se equivocó al fijarse en Rosas Quintanilla como su hombre de confianza, para que lo acompañara en la campaña que recién culminó con el añorado triunfo electoral.
Chava Rosas, fue uno de los personajes en Nuevo Laredo, que se sumó al proyecto y que trabajó muy de cerca en temas de financiamiento, de actividades y eventos que lograron posicionar la figura del ahora gobernador de Tamaulipas.
El aún diputado local, demostró que la lealtad hacia Cabeza de Vaca estaba por encima del anhelo de ser presidente municipal de Nuevo Laredo.
Dicen que la lealtad, se define por un gran sentimiento de respeto y fidelidad a los compromisos establecidos hacía una o varias personas, de tal manera, que Chava Rosas, ha cumplido cabalmente con Cabeza de Vaca, a quien le tiene un profundo respeto y cariño.
Sí el exitoso empresario encabeza la lista para despachar en alguna de las secretarías del próximo gobierno ciudadano, será un funcionario que entregará resultados, aún sin tener un métrico currículum, dentro de los que pudieran destacar maestrías y doctorados, en este caso, la experiencia, el liderazgo, las habilidades, las estrategias y conocimientos para dar en el blanco y hacer que lleguen las inversiones al estado, las tiene Rosas Quintanilla.
Es verdad que Chava no se destaca por ser un hombre discreto, es polémico, y eso en muchas ocasiones incomoda o molesta a algunas personas, pero es parte de su personalidad, y sí agregamos que su independencia económica le permite manifestarse a favor o en contra de ciertos temas, Cabeza de Vaca, tendrá un sexenio fructífero en temas de inversión y generación de empleos y a un funcionario que le hablará con la verdad, sin necesidad de inyectarle insulina en el oído, insulina que a muchos funcionarios logra confundir y que es inyectada por personas desleales y mentirosas con la finalidad de justificar su deslealtad o ambiciones.
Esperamos que Rosas Quintanilla reciba buenas noticias en “La Pesca”, y que esos proyectos en los que ya trabaja con el gobernador electo, se cristalicen muy pronto.