Nuevo Laredo Tamps.- Esto muestra claramente cuál es la situación de los adultos mayores en la ciudad, los servicios que otorgan las dependencias encaminadas hacia estas personas, atienden a quienes no lo requieren.
Su rostro muestra las huellas de su larga vida, tiene 88 años de edad, cuatro de haber enviudado y la sostiene una entereza a toda prueba, trabaja todos los días para no depender de nadie.
Ella es Carmen Hernández Morales, orgullosa neolaredense que diariamente sale a las calles a ofrecer chocolates, ofreciéndolos con la mejor de sus sonrisas y con un trato amable que casi obliga a quienes las escuchan a adquirirlos.
“Nunca me ha gustado depender de nadie, incluso de mis hijos, ellos tienen ahora los suyos y es por ellos que deben de luchar, yo me valgo por mí misma, me siento feliz de salir a la calle a ofrecer estos chocolates con los que me sostengo, es cierto hay personas que me han dicho que vaya al DIF o con otras autoridades, pero no lo hago, ni lo haré, tengo mi orgullo propio”, afirmó Hernández Morales.
Al ser cuestionada sobre sus hijos, ella respondió, que están lejos, que tiene mucho tiempo de no verlos, que ocasionalmente le hablan, le preguntan que como está, ¿Qué si quiere o necesita algo?.
Siempre les responde, que se encuentra muy bien, que no necesita nada, porque lo que requiere lo obtiene trabajando.
“Aquí estoy, me operaron hace poco tiempo de un ojo, también de la cadera, por ello hoy utilizo un bastón para caminar, pero aquí estoy como todos los días, feliz por estar viva y tener la posibilidad de salir a la calle a ofrecer mis chocolates”, concluyó.
Seguramente habrá lectores y lectoras que quieran conocerla, vayan a verla, cómprenle algunos chocolates, ella esta todos los días en las afueras de la oficina de Comapa en el Palacio Federal.
Por: Feliciano Diéguez
