Nuevo Laredo Tamps.- La difícil situación que atraviesan las familias del poniente de la ciudad, el abandono en que han quedado madres de familia y sus hijos, les obliga a recolectar materiales reciclables para poder sufragar sus gastos más urgentes.
Es por ello que esta mañana, por los rumbos de la Carretera Anáhuac, a la altura de los dos puentes, María Antonia Sotelo García y su hijo de 8 años, Alberto Montufar Sotelo caminaban rumbo a su domicilio, ella empujando un carrito de mandado lleno de plásticos y cartón.
“Esto es cosa de todos los días, la situación es complicada, tengo que alimentar y vestir a mis hijos y el salir a recolectar plástico, cartón y aluminio, me ha permitido obtener algunos centavos todos los días, con ello compró los alimentos y si es posible también alguna ropa y calzado”, afirmó Sotelo García.
Alberto, su hijo, siempre quiere andar con ella. Es muy celoso, dice su mamá, pero anda contento a su lado.
Ella también dijo sentirse contenta de que su hijo, la acompañe en esta labor tan cansada, pero que al final de la jornada, les deja la alegría de haber obtenido algunos pesos para alimentarse.
“No sé qué vaya a pasar más adelante, ahora lo que me preocupa es alimentar a mis tres hijos, mientras siga habiendo desperdicio que se puede reciclar, lugares donde venderlo, estoy segura que seguiré obteniendo algo de dinero para seguir adelante, yo quiero mucho a mis hijos y estoy feliz de poder llevarles algo de comer”, concluyó.
Y ahí los dejamos justo sobre carretera Anáhuac, rumbo al poniente, la madre empujando el carrito lleno de material reciclable, Alberto a su lado caminando muy erguido, seguramente orgulloso de poder acompañar a su madre.