Opinión

El Filósofo de Güémez / Signos, Símbolos y Señales

Publicado

el

La Semana Mayor es el periodo sagrado del cristianismo, y transcurre desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección; desde el punto de vista litúrgico es el período de más intensa actividad dentro de la Iglesia, por ser la semana en la que se hace un memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.

El ser humano siempre está en una permanente comunicación a través de signos, símbolos y señales, cuando se es sabio, se les asigna un alto valor y se alcanza a ver la profundidad que tienen sus mensajes representativos.

El jueves, el viernes y el sábado santos, o triduo pascual, simbolizan el cambio del mundo viejo al nuevo, son días de renovación a través de la búsqueda y muerte de Jesús.

Me permito parafrasear el siguiente texto que nos recuerda que “la Semana Santa, Semana Mayor, Días Santos inicia con: el Domingo de Ramos, éste simboliza la victoria de lo espiritual sobre la materia, una vez bendecidos los ramos o las palmas se ponen en la puerta de la entrada a la casa para protegerla durante todo el año, o cuando se malorean los niños, se les reza y pasa en cruz sobre el ramo y palma bendita.

La ceniza, que si impone a la feligresía el Miércoles de Ceniza, proviene de la quema de las palmas que fueron bendecidas el año anterior en el Domingo de Ramos.

El Pan y el Vino, de la última cena son propios del Jueves Santo, simbolizan el Cuerpo y la Sangre de Jesús que serán ofrendados en el calvario de la cruz para nuestra salvación.

Lavar los pies, tiene el profundo simbolismo en la que Jesús refrenda que frente al ego y la arrogancia la fuerza de la humildad te empodera de la vida, al ponerte al servicio de tus hermanos. Sólo el hombre grande se hace “pequeño” y trasciende la muerte. 

El ayuno, la abstinencia o una obra de caridad del Viernes Santo es un signo de preparación, de toma de conciencia espiritual para recibir el cuerpo de Cristo.

La pasión de Cristo está llena de símbolos: La Cruz, que era un instrumento de muerte humillante se convierte en un símbolo de sanidad espiritual y de vida eterna, Jesús la carga por nosotros para salvarnos.

La corona de espinas, el látigo, los clavos, la lanza y la caña con vinagre, son parte del rompecabezas de la pasión (Padecer) de Cristo, simbolizan el abandono de los apóstoles y los discípulos. El camino al calvario revistió los tres tipos de dolor que el ser humano puede soportar: el físico, el emocional y el espiritual, a ellos Jesús respondió perdonando y abandonándose en las manos del Padre.

La Luz y el Fuego, van de la mano, revisten un mensaje profundo de acción fecundante e iluminador, queman, purifican; son la toma de conciencia de que viene algo nuevo, que así como a la noche le sucede el día, después de una época sombría viene una época luminosa, simbolizan nueva vida y salvación.

El Cirio Pascual, reúne al fuego y a la luz, simboliza a Cristo resucitado, vencedor de la muerte, en la Pascua todo se renueva, es luz que enciende luces.

El agua, simboliza ser fuente de vida que sacia nuestra sed de Dios, y medio de purificación, asociado a la muerte de Cristo.

El Color Blanco, de la túnica de Cristo simboliza la pureza.”1

En plena Semana Santa el párroco del pueblo ve al campesino de allá mesmo y le dice:

–– A ver Filósofo, la gente dice que además de aguzado eres muy perspicaz, dime: ¿Cuántos huevos de pascua se pueden poner en una canasta vacía?

––  Sólo uno padre, –responde lleno de ingenuidad provinciana el Filósofo– porque después de poner uno… ¡YA NO ESTÁ VACÍA!

1 http://www.aciprensa.com/Semanasanta/etimologia.htm                                                                                                                 

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Populares

Salir de la versión móvil