Opinión

Huele a sol, arena y mar

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@dect1608
Las vacaciones de primavera en México comienzan con “el playazo” en Playa Miramar de Tamaulipas, exactamente en la costa centro del Golfo de México. Los bikinis, el alcohol y el sexo, están incluidos.
Los jóvenes de nivel medio superior y superior de distintas regiones del país dan la bienvenida al periodo vacacional de Semana Santa con el ya tradicional e histórico “playazo”, actividad juvenil que finaliza temporalmente la relación del estudiantado con los libros y cuadernos, para entregarse a los placeres de la diversión.

De acuerdo con información que proporcionó la licenciada Carolina Infante Pacheco, cronista e historiadora de ciudad Madero en Tamaulipas; precisó que los primeros playazos fueron allá por 1982 cuando estudiantes de comunicación y periodismo de la Universidad del Noreste (UNE) y Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), tomaron el último viernes de clases para acudir al Club Jaibo o Club Tampico, que estaban en la misma playa, donde hoy se encuentra la glorieta de “Las Sirenas” y organizaban bailes de sano esparcimiento y diversión amenizados por los DJ´s del momento, relató que también acudían maestros de estas escuelas y la fiesta se desarrollaba de las 10 a las tres o cuatro de la tarde, “no te voy a decir que no había alcohol, ¡claro que sí! Pero no había esta venta desmedida de cerveza”, apuntó la cronista e historiadora maderense.

Con el paso de los años la actividad fue creciendo y los chavos se estacionaban con sus coches en lo que ahora es el bulevar costero, los preparatorianos ya acudían, la venta y consumo de alcohol se incrementó hasta que la fiesta tuvo su repunte en 2004 cuando se vivió un playazo caótico, desenfrenado y excesivo a tal grado que cerca de las 3 de la tarde la autoridad municipal, entró con la fuerza pública y cerró los accesos a la playa de Miramar, aquel día del 2004 hubo personas ahogadas, batallas campales y botellas que fueron reventadas tanto en automóviles como en la cabeza de los estudiantes; desafortunadamente lo que fue años atrás una sana convivencia, hoy tiene convertida la playa de Miramar en la cantina más grande de México y no ha existido una estrategia del sector privado con la autoridad educativa, para aprovechar esta reunión natural estudiantil, que se da año con año y que hoy solo sirve para los excesos.

La situación se ha tornado tan grave que para este playazo 2016 el Grupo de Coordinación Tamaulipas, implantó un operativo especial con elementos de la Secretaria de Marina, Policía Estatal y Gendarmería con la finalidad de que la algarabía juvenil no se desborde como en años anteriores y es que para este día de playazo se estima que lleguen a la zona de playa unos 30 mil jóvenes de todas las edades, dejando para un mejor momento las mochilas y libretas.

Los estudiantes se organizan desde muy temprano con hieleras hasta el tope de cerveza y la fiesta alcanza las primeras horas del día siguiente, aunque parezca extraño la violencia en Tamaulipas ha hecho que el mismo playazo haya sido disminuido, pues muchos de los jóvenes prefieren reunirse en casas o lugares privados en lugar de acudir a la playa y exponerse a alguna situación de riesgo, sin que esto signifique que el playazo  deje de ser la fiesta estudiantil más importante celebrada en Tamaulipas todos los viernes previos a la Semana Santa.

davidcastellanost@hotmail.com

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