Mientras camino en el estacionamiento del Aeropuerto Internacional de Tampico “General Francisco Javier Mina”, para fotografiar el convoy de federales que abandonan el patrullaje de búsqueda y aseguramiento de un grupo de pistoleros que se internaron en los terrenos de la central área; doy lectura a los mensajes de whatsApp que me envía una querida amiga y excelente periodista, “¿Cómo que siempre pasan cosas antes de Semana Santa?” – ¿cíclico u orquestado?- le respondí malamente con otra pregunta. El día transcurrió con calor, intentos de secuestro, bochorno; entrada la tarde unas fuertes rachas de viento, chubascos y por la noche un descenso de temperatura; cuando parecía que el frío estabilizaba las condiciones climáticas en la zona metropolitana de Tampico, se vino una intensa e histórica granizada con trozos de hielo más grandes que una canica, pero el miedo y la incertidumbre de lo que está sucediendo en Tampico, siempre estuvo presente.
La mañana de este miércoles a muy temprana hora un convoy de la Secretaria de Marina Armada de México (Semar) realizaba una inspección terrestre en las inmediaciones del patio oriente del aeropuerto que colinda con el Estadio Tamaulipas, cuando detectaron al menos unos ocho automóviles con “civiles” armados, estos al verse sorprendidos por los marinos, abrieron fuego e intentaron escapar, se vino una persecución y balacera en el tramo conocido como camino Viejo al Arenal que pasa por el Centro de bachillerato Tecnológico Agropecuario numero 12 (Cbta12) y la iglesia “Nuestra Señora de la Paz”, alumnos y feligreses respectivamente, tuvieron que refugiarse; en el intento por escapar de las fuerzas federales, algunos de los varones armados, se introdujeron a los patios del aeródromo, obligando a la Gendarmería, Semar, Secretaria de la Defensa Nacional y personal de la empresa de seguridad del aeropuerto a implementar un operativo de búsqueda que según versiones oficiales arrojó, seis personas detenidas. El Grupo de Coordinación Tamaulipas, no preciso si hubo bajas en el enfrentamiento.
Más tarde en otra situación de riesgo, la Policía Estatal Acreditable (PEA) -sí, exactamente esos hombres que no son dignificados por el Gobierno de Tamaulipas-, se agarraron a balazos contra tres presuntos secuestradores, los hipotéticos delincuentes resultaron con heridas de bala y puestos a disposición, hechos violentos que como en años anteriores se registran casualmente a 15 días del periodo vacacional de Semana Santa.
Fue el sábado 5 de abril de 2014 cuando estalló la guerra pero al interior del grupo mandón del Golfo de México, el gobierno apuntó que se trataba de un ajuste de cuentas, 15 homicidios en dos noches y un día, prácticamente dieron la bienvenida a la Semana Santa; las balaceras como ahora fueron el tema entre la sociedad.
Otro episodio difícil de olvidar relacionado al periodo vacacional de Semana Santa, fue lo acontecido el jueves Santo de 2007, cuando a muy temprana hora, cinco personas habían sido ejecutadas en diversos puntos de la zona metropolitana de Tampico, todos amordazados y con el tiro de gracia. Desde esa fecha Tamaulipas no ha podido sonreír sin dejar de preocuparse por la inseguridad, balaceras, secuestros, ejecuciones y tráfico de indocumentados.