Opinión

Nada que celebrar en el Día Internacional de la Mujer

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No nos regalen flores. No es 14 de febrero, y mucho menos día de las madres. La conmemoración del Día Internacional de la Mujer es para hacer un balance de nuestras condiciones laborales, para visibilizar si nuestros derechos humanos son respetados.

Siendo periodista, encuentro que en los periódicos de Nuevo Laredo, El Mañana, Primera Hora y el Líder, la dirección de noticias es de hombres, este cargo se le ha negado a las mujeres. Encuentro que en las empresas de radio, Radiorama, Radio Fórmula, Stereo 91.3, Grupo Mi Radio e Imagen, la dirección de noticias y la conducción de las mismas están a cargo de hombres, aún cuando dos de estas empresas tienen presencia nacional, las políticas son las mismas, privilegiar a los hombres con cargos de poder.

Este Día Internacional de la Mujer, encuentro que no tengo nada que celebrar, porque siendo periodista he tenido que hacer mi propio portal de noticias para poder ejercer periodismo.

He querido apoyarme en la iniciativa privada para poder obtener recursos y así hacer de mi portal un portal independiente de los convenios de publicidad municipal y estatal, para poder difundir la realidad social que vive Nuevo Laredo y Tamaulipas, pero me encuentro que quienes forman la iniciativa privada son, o proveedores del municipio o del estado en su gran mayoría, o trabajan en algún cargo dentro de las administraciones, lo que hace imposible que volteen a ver un medio de comunicación que pretende difundir más, que boletines oficiales de información.

La no venta de publicidad me impide obtener recursos, pagar a reporteras y reporteros que puedan cubrir más fuentes, promocionar mi portal para que más personas puedan verlo y me impide adquirir una o dos unidades para que puedan salir a reportear a lo largo y ancho de la ciudad para que informen de lo que realmente sucede.

Sabiendo que un medio de comunicación difícilmente subsiste sin los mencionados convenios de publicidad con los gobiernos, envié mi propuesta a ambos con el mensaje que les vendería publicidad, pero que mi portal no sería un medio donde sólo se difundan boletines oficiales y que no tenían permitido actuar como si fueran los directores de noticias. Y me he encontrado con un rotundo NO disfrazado de “no hay recursos”.

Este día Internacional de la mujer encuentro, que no tengo seguridad social, ni prestaciones laborales, no tengo un sueldo fijo. Como corresponsal freelance de ciudades como, Reynosa, Ciudad Victoria, Altamira, Matamoros y Tampico no percibo ningún sueldo y quienes me reciben la información en sus respectivos portales de noticias son hombres, desconozco si su situación es similar a la mía.

En este día, encuentro que la censura no sólo se aplica a través de amenazas también a través de “castigo económico” por parte de los gobiernos en turno, encuentro que las y los periodistas somos vistos como corruptos-generalizar no es lo apropiado-. Cuando le hago una propuesta de publicidad alguna candidata o candidato, me doy cuenta, que mi propuesta es vista como un acto de corrupción, pero cuando las mismas propuestas son realizadas por algún empresario, dueño de algún medio de comunicación establecido en su fortaleza erigida tras años y años de difundir boletines oficiales, dichas propuestas son vistas como negocios.

Fui sidicalizada, pero en mis primeros años de conductora, fui sacada con engaños de mi cabina de radio y luego despedida por haber abandonado dicha cabina. Solicité a mi sindicato me apoyara en una demanda por despedirme injustificadamente, misma que gané aunque con muy pocos recursos. Al principio cuando definí que quería demandarlos la respuesta de mi “líder sindical” fue, que mancharía mi expediente a lo que respondí con toda la seguridad y coraje, que no me importaba.

Renuncié a ser sindicalizada en radio por los bajos salarios que percibimos, porque el gerente me quitaba mis programas de radio bajo diversos argumentos y porque cada que vendían mi espacio, el que me correspondía por ley, era para solicitarme que fuera operadora de conductoras y conductores que se comportaban como si yo fuera su empleada y no la de la empresa.

Dejé de buscar espacios en radio como conductora de noticias porque cuando preguntaba ¿cuál sería mi salario?, la respuesta era “no hay recursos, pero te vamos a dar el 15 o 20 por ciento de lo que vendas”.

No me regalen flores, ni corazones, ni me feliciten, pues no hay nada que celebrar. Pero sí mucho que denunciar para mejorar las condiciones laborales de las mujeres, para que no sean despedidas por estar embarazadas, para que dejen de hacerles contratos laborales sólo por 3 meses, para que cuando denuncien que fueron acosadas sexualmente por sus compañeros o directivos, encuentren respuesta a estas denuncias sin ser vistas como las provocadoras de dicho acoso.

El origen del Día Internacional de la Mujer hunde sus raíces en el 8 de marzo de 1857, cuando cientos de mujeres de una fábrica de textiles de Nueva York organizaron una marcha en contra de los bajos salarios. En esos años, los salarios que recibían las mujeres eran inferiores en más de la mitad a lo que percibían los hombres y, de hecho, ambos compartían condiciones inhumanas en los trabajos industriales. La protesta terminó con la policía dispersando brutalmente a las mujeres manifestantes y matando a decenas de ellas. Las trabajadoras fundaron dos años después su primer sindicato.

Este día es para reflexionar, para evidenciar y visibilizar nuestras condiciones. Y lo mucho que falta por hacer.

Por Verónica Cruz Frías

 

 

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