@dect1608
El bullying es un mal al interior y exterior de los planteles educativos al que deben poner un alto padres y maestros, pero sobre todo los 964 mil 985 estudiantes de nivel básico, medio y medio superior que regresan a clases este lunes en Tamaulipas.
Respaldados por los más de 30 mil profesores tamaulipecos, nadie como el estudiantado con la oportunidad y porque no, la obligación de frenar esta reprobable conducta que ha cobrado la vida de al menos dos estudiantes y ya suma aproximadamente unas 200 denuncias por violencia escolar en la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Los municipios con mayor incidencia de bullying son el fronterizo de Nuevo Laredo, la capital del Estado, ciudad Victoria y Tampico, en la zona sur de la Entidad.
Desde el año 2014 la Secretaria de Educación Pública (SEP) activó el portal www.acosoescolar.sep.gob.mx para denunciar el bullying que lejos de disminuir se incrementa entre la sociedad estudiantil.
El bullying se alimenta de tres elementos. El agresor, la víctima y el espectador; todos juegan un papel elemental para la supervivencia de esta agresión psicológica, verbal y física. Es tiempo de abrir los ojos y entender que no se trata únicamente de atacar al débil, ni de victimizar al que no se defiende, se trata de que juntos como sociedad estudiantil vayan teniendo una tranquilidad mutua porque el conflicto está teniendo cada vez niveles más peligrosos que pueden ir desde una agresión verbal, hasta ataques sexuales y la muerte.
Este 2016 debe ser el año del #AltoAlBullying este debe ser el año en el que los estudiantes, deben reforzar la unidad para comenzar a erradicar esta conducta, no desistir y aplicarle a los “gandayas” un basta de agresiones y exclusiones; es mejor que los agredidos y los espectadores, se sumen a sus maestros y padres de familia porque únicamente juntos pueden frenar todo esto. Aún se está a tiempo, porque tarde o temprano de ser espectadores pasaran a víctimas y de agresores a agredidos o simplemente el mismo bullying puede jugar una mala broma y el juego puede llevarlos a prisión.
Si tu hijo es víctima, deja de seguir haciéndole bullying argumentando que no tienes tiempo para enfrentar el problema y denunciar ante la autoridad; si es espectador, no esperes a que sea bulleado y si es agresor, no te esperes que mate a un compañero de la escuela y tengas que visitarlo en prisión.
davidcastellanost@hotmail.com