La impugnación hecha por el Partido Acción Nacional sobre la presencia de 212 personas con militancia priísta que fueron designadas como consejeras y consejeros, anuncian como el humo, que algo se está quemando.
Tamaulipas no conoce gobiernos de alternancia, 86 años han permitido tener el control de casi todo. Cuando el partido en el poder percibe alguna amenaza de cambio, implementa todo lo que esté a su alcance, corrompible o no, para impedir movimientos que pongan en riesgo su permanencia.
El PRI, ya ha probado las derrotas en algunos municipios y la desestabilización que les provoca los hace instrumentar estrategias para que no se repitan.
Muchas de esas «probaditas» de alternancia, han sido fraguadas por sus propios militantes. Y lo hacen posible, porque conocen la combinación que hace que la puerta que mantiene presa la alternancia se abra.
Por años la estrategia de unidad les ha funcionado, mandan al ruedo a aspirantes que tienen la consiga de acaparar la atención a lo largo y ancho de todo Tamaulipas. Así, sin descanso, las y los enviados empiezan una lucha de simpatías y penetración mediática, que los mantiene con la esperanza de ser elegidos por el sistema., luego vienen las declinaciones, eso funciona, pues termina por fortalecer a la o el elegido .
