@dect1608
Los cuerpos policiales y de vialidad en México son señalados de estar vinculados a las bandas del crimen organizado. En el Estado fronterizo de Tamaulipas, desde el 2010 han venido ejecutando agentes viales y de seguridad; mientras tanto el gobierno, se niega a informar cuanto eroga en pensiones para los familiares de los servidores desaparecidos y asesinados en la guerra contra el narcotráfico.
Incluso una buena amiga de los tamaulipecos, la viuda del doctor Rodolfo Torre Cantú, junto con las desamparadas de los escoltas que fueron acribillados aquel doloroso 28 de junio de 2010 es una de las pensionadas por decreto. Pero en junio de 2014 Manuel «El Niño» Olguín, un reconocido jefe de peritos de la policía vial de Tampico, también fue ejecutado por las bandas criminales, la diferencia es que la su esposa Cecilia, el Gobierno de Tamaulipas, no la beneficio con la pensión por decreto.
La crisis de inseguridad en 2014 llegó a un punto álgido, la zona Metropolitana de Tampico, ardió en llamas, la guerra se vivió fuerte y los ciudadanos, señalaron de corruptos y extorsionadores a los agentes de tránsito y vialidad, las acusaciones apuntaban hacia una presunta relación entre tránsitos y criminales; por tal motivo previo a la Semana Santa de ese año, la Secretaria de Marina Armada de México, ordenó el acuartelamiento de al menos 500 policías viales de los municipios de Altamira, Madero y Tampico; la sociedad los tenia aborrecidos, las fuerzas federales ocuparon su lugar en las calles de Tamaulipas.
Este 20 de noviembre, los 107 agentes de tránsito y vialidad de la ciudad y puerto de Tampico, sorprendieron al Gobierno municipal de Gustavo Torres Salinas y del Estado de Tamaulipas, gobernado por Egidio Torre Cantú, pues los gobernantes tamaulipecos no invierten un solo centavo en los tránsitos; las autoridades tamaulipecas no sueltan un peso del presupuesto en beneficio de los de vialidad… y el día del desfile conmemorativo a la Revolución, fueron avergonzados por los tránsitos de la ciudad.
A los policías ya no les sorprende el desinterés de los políticos, por eso aun y cuando tienen unos salarios raquíticos, decidieron invertir en su nueva imagen, negociaron con sus familias para dejar de ir de paseo y prefirieron comprar sus nuevos uniformes, pues pagaron mil 500 pesos en una vestimenta muy similar a la de la Policía Federal, su nuevo uniforme es en color azul marino, bastante elegante y sobrio; esta fue una sorpresa para todos, fue una decisión propia de los agentes señalados de corruptos, pero esta acción inesperada, significa más que un solo uniforme, representa un proceso de cambio y renovación, es el inicio de una nueva era, un nuevo comienzo y un respeto mutuo con la sociedad, porque al igual que los conductores, los policías viales merecen ser tratados como personas.
Fue allá por el 2010 cuando los tránsitos de Tampico, salían a las calles bien uniformados, finos y elegantes pues habían recibido de la Policía Federal, un donativo de piezas para que lucieran a la altura de un policía digno; el donativo fue posible gracias a las gestiones del Teniente Roberto Huerta Perales y su homólogo, Carlos Vicente Moyers García, quienes en su momento estuvieron a cargo de la corporación de vialidad en Tampico; experimentados policías de caminos que también instruyeron a sus subordinados en el uso de armamento, capacitación que no les volvió a dar la Secretaria de Seguridad Publica de Tamaulipas, incluso, los desarmaron y hasta quitaron los chalecos antibalas que portaban y ahora la única manera que tienen de cuidarse de la operatividad delictiva, es acuartelándose todas las noches, después de las 22 horas, nos e ve un solo tránsito en las calles de Tampico y no es por miedo, es mera precaución de los «tamarindos» y por el bien de todos.
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