Tampico Tamps.- Como surgidos al ritmo de la marcha del acto cívico que conmemoró el inicio de la Revolución Mexicana este 20 de noviembre, emanados del período esplendoroso que trajo el progreso a Tampico al iniciar el siglo pasado, antiguos rieles corroídos por la humedad del subsuelo tropical, por el clima mismo que caracteriza a esta región y la acción química del salitre, han salido a la superficie del centro de esta ciudad y puerto.
Sobre una cuadra de la calle Aduana en reconstrucción, entre las de Capitán Emilio Carranza y Díaz Mirón, puede uno descubrir, con la ayuda de la empresa contratista que convertirá esa arteria en corredor turístico semipeatonal, las viejas vías por encima de las cuales transitaban, todavía en la década del 70, los legendarios tranvías que corrieron desde Tampico hasta la playa y a la inversa durante muchas décadas.
Las excavaciones de la constructora contratada por el ayuntamiento porteño, tanto como la acción de los empleados de la dirección de Obras Públicas, que colaboran en dichas tareas, permiten ver desde esta semana, cómo eran las vigas de hierro que la empresa operadora del tranvía -primero una concesionaria de capital inglés, y posteriormente la cooperativa que se quedó con las acciones de la trasnacional-, colocaba en la vía pública como tendido de infraestructura tranviaria muy parecido al de los ferrocarriles.
Y aunque se trata de auténticos vestigios, de reliquias o piezas dignas de un museo por su antigüedad y el valor de carácter histórico que por consiguiente adquieren, nadie sabe oficialmente el destino que podrían tener semejantes restos del sistema de tranvías, que por su peso y dimensiones es posible que acabaran en algún depósito en calidad de fierro viejo para su reciclaje… con todo y que son un patrimonio de propiedad pública.