Que el PRD (partido amarillo pálido) ya le ofreció la candidatura para la presidencia municipal de Tampico a quien hace casi seis años fue abanderada del blanquiazul al mismo cargo de elección popular, pero sin haber renunciado jamás formalmente al tricolor, o sea: la profesora Magdalena Peraza Guerra, hoy en día subsecretaria estatal de Desarrollo Social para el sur de Tamaulipas y, ciertamente, aspirante a buscar de nuevo la alcaldía porteña. Es la aseveración que ha hecho alguien que estuvo enterado de tal ofrecimiento, y que por tanto puede afirmarlo, pero no así el hecho de si la maestra aceptó o rechazó dicha oferta. De cualquier forma, asegura que ya andan circulando calcas con la palabra Tampico que emplean una letra eme en forma de corazón rojo…
En tratándose de aspirantes a la alcaldía por segunda ocasión, una fuente confiable al interior del «ave azul» nos dijo, cual pajarito (en forma similar al twetter celeste), que el líder estatal del partido Naranja en el estado tamaulipeco, Gustavo Cárdenas Gutiérrez, tiene casi ya amarrada («pepenada», diría él mismo) la coalición con el PAN rumbo a la gubernatura a favor de Cabeza de Vaca (una especie de naranjada lactosa), con tal de que se le dé a él, amigo como es de Verástegui «El Truco», líder panista, la nominación para alcalde de Ciudad Victoria.
El tal movimiento naraja, ahí sí, no batallaría para adaptarse en términos de imagen y mercadotecnia, dado que el anaranjado es también uno de los tonos que se ha agenciado el panismo en toda la república desde hace ya años, e incluso lo utilizó en la campaña foxista rumbo al año 2000…
Y mientras que Gustavo el victorense volvería a sus orígenes partidistas y como servidor público (si la llegara a ganar), otros cambiarían de color en forma abrupta: en Tampico, el Partido Encuentro Social (PES), auto-identificado con la causa ciudadana, ya espera el momento de hacer la presentación de su eventual candidato a presidente municipal, un funcionario de segundo nivel en el actual gobierno citadino que al mismo tiempo es empresario restaurantero y quien, para poder buscar así la sillita del alcalde (por lo del nivel de gobierno, no por otra cosa), tendrá que renunciar a su actual instituto político: el PRI. Exactamente igual a lo que haría el exdiputado local por Ciudad Madero, Ricardo Manzur Oudié, a quien ya se la ofreció el mismo PES, aunque él afirma que ofrecimientos para la alcaldía maderense son lo que le sobra actualmente, incluso dentro del tricolor y del mismísimo Francisco García Cabeza de Vaca, o sea: del PAN. Mismo partido que le habría ofrecido ya, con éxito, la postulación para jefe de la Comuna altamirense a un connotado y pesudo (de pesos, no del PES) empresario en cuyo nombre está también el de Altamira… ¿Altamirano…?
Y quien acaso esté preparando el terreno para cambiar de colorcito por si su partido, el PRI, no la llegara a tomar en cuenta para la designación como aspirante oficial a la gubernatura de Tamaulipas (lo que es casi seguro que ocurra), es Paloma Guillén, con todo y que hace apenas unos meses el priísmo, en el que siempre ha militado, la llevó a obtener esa diputación federal que actualmente ocupa representando a Tampico: en uno de los actos públicos de la gira que el pasado viernes tuvo en Tampico el gobernador Egidio Torre, todos los funcionarios en el presidium, incluida la anfitriona y esposa del mandatario, María del Pilar González de Torre, portaban la ropa o por lo menos el tono institucional predominante en los tres niveles gubernamentales, es decir: el blanco. Todos excepto ella, Mercedes del Carmen, quien lucía un muy notorio vestido color púrpura-teletón, sentada casi al lado del ejecutivo estatal.