Sur de Tamaulipas

Llegó el día futurista del 2015 sin coches voladores y aún con “maquinitas”

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Tampico, Tamps.- miércoles 21 de octubre de 2015.– «¿Tienes que usar las manos…? ¡qué aburrido!», le dicen a Marty McFly, personaje central de la saga fílmica «Volver al Futuro», el niño que será Frodo en una futura película y su amiguito, en una escena supuestamente ambientada dentro de una fuente de sodas ochentera en una fecha específica: el 21 de octubre del año 2015… Como hoy.

Ese pasaje del famoso filme se sitúa alrededor del centro de un pueblo llamado Hill Valley, donde hay patinetas flotantes y coches voladores, mientras que en la Plaza de Armas de Tampico, ya ubicados en la realidad y en la actualidad del auténtico 21 de octubre de 2015, todavía no se ve por ningún lado un solo vehículo volador (lo que podría ser una verdadera solución al problema de los congestionamientos viales, sobre todo con tantas calles cerradas como se ve hoy en día por ahí), y mucho menos hay chicos patinando en el aire.

Lo que sí encuentra uno en esta parte de la ciudad y puerto son adolescentes que lejos de vandalizar el área montados en tablas voladoras, siguen jugando en las «maquinitas» similares a aquellas que hubo en aquella lejana década del 80 frente a esa misma plaza, en un negocio llamado «Chispas» que muchos aún recordamos con cierta añoranza al ver cómo andan las cosas entre la juventud actualmente.

En el Tampico del presente, que hasta ayer era el futuro, siguen siendo una ilusión los automóviles que vuelan y los «skaters» del aire, pero lo que sí existe, y desde hace un buen tiempo, es la volatilidad económica, los capitales «golondrinos», y por supuesto: más de un burócrata «aviador».

Salven la torre catedral… como el reloj de “volver al futuro”

El enorme reloj situado en lo alto de un edificio, y que ocupa varias de las escenas clave en la trilogía fílmica «Volver al Futuro», de Zemeckis, es muy parecido a aquel que se sitúa en una de las torres de la catedral de Tampico, la cual está siendo hoy en día sometida a reparación.

Dicha situación, en el caso del principal templo diocesano, resulta una curiosa coincidencia en esta fecha que había sido tan esperada por los fanáticos de la citada saga de ciencia ficción: en el filme orginal y su secuela aparece un personaje pidiendo «salvar el reloj» (rescatarlo), tras su destrucción causada por el rayo transportador a través del tiempo en 1955, y supuestamente en el año 2015 su lucha continúa, mientras que tratándose de Tampico, los andamios que rodean a la torre permiten advertir una obra de reparación en proceso.

Otro asunto que coincide es que para la historia fílmica, 1955 es un año especial tanto por el tema del reloj como porque se trata de la época en que empieza a escribirse la historia familiar y particular del personaje principal, en tanto que a Tampico aquel año en específico lo marcó por el impacto de fenómenos naturales muy superiores a un rayo: tres huracanes y una gran inundación, los que dañaron, más que a un simple reloj, la vida de miles de personas y a toda una región.

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