Opinión

MÉXICO BRAVO… por Alberto Ídem / «De reencuentros y desencuentros».

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Podría haber sido hasta llamado su «hijo putativo», de no ser porque sí tiene padre con una trayectoria propia, y activa, como para encauzarlo correctamente y sin tropiezos: al que muchos consideraban todavía hace unos tres años como ahijado político (uno de varios) del exalcalde maderense Guadalupe González Galván, o sea el diputado local y otrora funcionario de los gobiernos municipal y estatal, Erasmo González Robledo, no lo quiere ya ni ver el primero.

Y es que, en efecto: Erasmo junior, hijo del también expresidente municipal de Madero, don Erasmo González Martínez, fue de los colaboradores del exdelegado y ex subprocurador de justicia del estado, Guadalupe González, elementos, que les llaman en la política, «valiosos» e impulsados desde jóvenes en buenas «carteras» (por algo les dicen así) y posiciones dentro de las instancias públicas, pero a partir de su desenvoltura individual y en solitario como representante de la ciudadanía vía elección popular, ante el Congreso estatal, y habiendo conocido las aspiraciones personales del que se afianzó como amigo en esa legislatura, Ramiro Ramos («volado» como anda éste con la precandidatura no oficial al gobierno tamaulipeco), el diputado local por los maderenses decidió «largar» a su anterior mecenas, dándole así de patadas no al pesebre, sino al maestro y padrino, que, enfadado, no acaba todavía de creer que semejante muchacho se le haya «salido del huacal». Sin embargo, nada tonto después de todo, Erasmo ha corrido a través de «propios» y terceras personas, en los corrillos políticos, que Lupe lo sigue apoyando «por debajo del agua», cosa que ha terminado por cansar y casi enfurecer al líder de la asociación de charros de Madero, al grado que, en calidad de contraataque, lanza ya la ofensiva para desacreditar tal rumor.

Y es que a don Guadalupe no le «late» para nada la idea de que el otrora obediente joven paterfamilia de Madero se siga colgando ventajosa y convenencieramente de su nombre, cuando de una manera muy ingrata lo mandó a volar apenas le bajó la luna y las estrellas su compañero congresista, y el licenciado del mismo apellido se ha encargado ya de indicarles a sus allegados la instrucción de desmentir por todas partes y a través de cuantos medios tengan a su alcance que aquello de que ya le dio, según esto, su bendición al que fuera entenado suyo, no es más que una sucia estrategia de campaña.

Pero mientras que unos se divorcian, políticamente hablando, otros se contentan, como la damisela que después de ultrajada y huida de la casa del patrón, vuelve a tocar aquella puerta con su prole en brazos. Es, tal vez, el caso de Goyo Pego, que con todo y huestes podría regresar, lo anticipa él mismo, a la verdadera CROC de la que tal vez nunca debieron haber salido él, su fallecido papá don Raúl Pego Núñez, y amigos que los acompañaron, como agremiados, en tal aventura de 20 años de duración. Claro, como ya vio que está «malito» de la próstata el líder nacional de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, seguro pensó aquello de que no es lo mismo los tres mosqueteros, que veinte años después.

Y quienes sí que se han reencontrado para apoyar a su muy personal gallo a la gubernatura rumbo al 2016, son el exalcalde Fernando Azcárraga López y varios de quienes fueran colaboradores de su administración, desde integrantes del gabinete que tuvo como Erick Velázquez, entonces secretario de la Comuna y hoy en día subdelegado local de Profeco, hasta gente de lo que era su área de tercer nivel en cuanto a personal de confianza, como el popular «Richie Boy», quien, siendo ahora burócrata a las órdenes del anteriormente citado, no pierde ocasión para promover a Baltasar Hinojosa mostrando al reportero que tenga enfrente la foto suya con FAL, su exjefe, y el legislador federal con cartera nueva en el Congreso. Por supuesto, su labor de enlace con medios en temas de la Profeco no es la mejor que digamos, pero, ¿qué tal como elemento que hace campaña en horas de trabajo y dentro de edificios públicos como el ayuntamiento…? ¿Será que lo añora?

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