Tampico Tamps.- Dos mil despensas extraordinarias distribuirá este viernes la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en Tamaulipas al personal femenino de las empresas procesadoras de camarón que este año tuvieron una temporada de austeridad, por la veda anual, mucho más larga de lo común, y lo hará a domicilio, de acuerdo con lo que informó la subsecretaria de dicha dependencia en el sur de Tamaulipas, Magdalena Peraza Guerra.
Entrevistada en la zona peatonal de la calle Salvador Díaz Mirón, la funcionaria estatal detalló: «Vamos a hacer la entrega de dos mil despensas que el gobierno del estado hace llegar a las despicadoras como un apoyo adicional… ustedes saben que, si bien es cierto la veda ya terminó, los barcos apenas salieron y no han regresado todavía con producto, se trata de un sector importante de nuestra ciudad del que se ve su situación un poquito complicada en este tiempo que dura (la prohibición para pescar el crustáceo)».
Agregó que la autoridad estatal reconoce así la circunstancia de contingencia económica en que se hallan las llamadas «despicadoras» de camarón, por lo que en presencia del alcalde Gustavo Torres, la delegada de Sedesol en Tampico, Georgina Barrios, y del subsecretario de la misma área, José Benítez, se efectuará la entrega iniciando en una de las procesadoras que están situadas en la colonia Vicente Guerrero, precisamente en el sitio donde tiene su oficina la dirigente de dicho sector, Aureliana Núñez de Piña.
Explicó que primero se entregará despensas a las personas de edad avanzada que pertenecen al mismo segmento, y que se calcula concluir la distribución de los paquetes en un lapso de tres días, y expuso: «Es un sector que, si bien es cierto no deja de trabajar del todo durante la veda, por la existencia del producto en almacén o congeladoras, realmente la materia prima de que ellas disponen es muy escasa y eso las obliga a buscar otras actividades productivas en las cuales puedan desempeñarse en ese período».
Aceptó, además, que el programa de empleo temporal exclusivo para ellas es insuficiente, porque «es imposible darles trabajo a todas», por la cantidad de presupuesto ya establecida con mucha antelación para ese propósito, y respecto a las menores que abandonan sus estudios para buscar acomodo en esa clase de tarea, mencionó: «Se da uno cuenta, si alguna vez ha visitado los despicaderos, de que es un trabajo muy laborioso y complicado, pero ahí se ve a señoritas y jóvenes por la necesidad que ellos tienen de completar el gasto del hogar».
