Opinión

El Filósofo de Güémez / Toy como los perros de rancho…

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Hay un poema del poeta español Ángel González Muñiz, que me encanta “La verdad de la mentira” dice: “Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas, y una voz cariñosa le susurró al oído: — ¿Por qué lloras, si todo en ese libro es de mentiras?

Y él respondió: — Lo sé, pero lo que yo siento… es de verdad”1

Cuantas veces en mis artículos he inventado historias o comentarios que son de mentiras, pero para mí, son de verdad, porque he “aprendido a inventar y contar historias con nuevas y viejas palabras para decirle a usted querido lector, que en el milagro de la vida: ES UN SER ESPECTACULAR”, “porque lo que se escribe en su alma… se escribe para siempre”

El tiempo me ha enseñado a entender que la vida en ocasiones es un largo viaje, lleno de temporalidad, en donde nada es para siempre, lo único permanente es el cambio y cuando el hombre vive desde el amor, puede con facilidad entregar sus miedos y temores a DIOS, que él sabrá ponerlos en el lugar exacto del rompecabezas de la vida.

Hay dos emociones básicas que transforman positiva o negativamente al ser humano: El miedo y el amor; el miedo se expresa en tu cuerpo, vida y trabajo, el miedo atrae a lo negativo, debilita tu energía, te conduce a que dejes de ser tú mismo, te lleva a creer que el mundo está contra ti; el fracaso nace del miedo.

Por el contrario el éxito, la prosperidad y la abundancia, surgen del amor, que te activa emocionalmente, que rompe las barreras que impiden tu crecimiento, el amor es el lugar más seguro, te conecta con tu Maestro Interior, hace más ligero y agradable tu viaje por ésta carnalidad.

Cuando enfocas tu energía en amarte y respetarte, cuando haces del amor una práctica diaria, te liberas de los miedos, creas tu realidad, te conectas con la armonía del universo, haces que tu vida funcione, que se aligere la carga de tu alma, encuentras respuestas a tus preguntas, cambia positivamente la forma en que vez la vida.

Cuando vives en torno a la alta frecuencia del amor, te encuentras con la magia para construir una luna de miel permanente, que te lleva a creer en ti mismo, a fascinar tu espíritu, a saber que: “si no sabes… aprendemos juntos; si no puedes… te ayudo; pero si no quieres… ¡nada puedo hacer por ti!”

Todo cambia, todo se acaba, lo único que permanece es el amor con el que transitamos en el camino, sabiendo que las cosas no siempre son como queremos, pero así es la vida; la felicidad y el dolor son parte indisoluble del camino, la clave entonces es construir nuestro andar amando y siendo amados, bendiciendo y tomando riesgos, “si ganamos seremos felices, si perdemos… seremos sabios.”

Y si al construir nuestro proceso vital somos sabios, entenderemos que el viaje más hermoso, es el viaje al interior que nos lleva a una paz del alma, “a amar la vida, porque es el único regalo que no recibimos dos veces”; sabiendo que lo perfecto sólo existe en lo divino, “confiando en el plan de nuestra alma, porque aunque no lo entendamos hay que tener la certeza de que todo estará bien”

Cuando alguien necesita algo, lo busca y lo encuentra, y el Filósofo necesita decirle a usted, que la vida es un milagro para amar y vivir… no para sobrevivir, apropósito de humor resulta que el Filósofo de Güémez va con el afamado Doctor Juan Antonio Manríquez y le dice:

— Médico, estoy muy preocupa’o porque éste viejo campesino, todos los días se da tiempo pa’ perseguir muchachas.

— Pues eso sí que es un caso insólito a tu edad Filósofo, pero Dime, ¿cómo quieres que te ayude?, ¿qué es lo que te preocupa de eso?

— Po’s que toy como los perros de rancho con los carros; persigo a las muchachas insistentemente, pero una vez que las alcanzo… ¡YA NO ME ACUERDO PA’ QUE!

1 https://estonoesserio.wordpress.com/tag/angel-gonzalez/

filosofoguemez@prodigy.net.mx

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