Felicito a Antonio Mena Piñeiro y Patricia Ramírez Aranda, por su nuevo libro: Bryan, el rostro humano de las plataformas marinas.
A veces me pongo a meditar qué aburrido sería no tener obstáculos. No puedo imaginar una vida sin dificultades. El mayor crecimiento en la vida llega como resultado de creer en ti mismo, afrontando los obstáculos.
Diariamente le doy la bienvenida, al milagro de la vida, inicio el nuevo día con una actitud positiva, lo que me lleva a convertir los obstáculos en oportunidades, a transformarlos en desafíos que disfruto, pues hacen de mí un ser que despierta a la vida al conjugar los sentidos corporales y extra corporales.
Estimado lector, HOY te invito a que dejes de ver los obstáculos como una piedra en el camino, recíbelos como oportunidad para crecer y mejorar tu calidad de vida, para que éstos puedan ser vencidos, el imperativo es que los enfrentes con tu autoestima en alto, sabiendo que si se puede, reconociendo que todos los caminos de ésta vida están empedrados caprichosamente y plenos de obstáculos, son los que le dan vigor a tu espiritualidad.
La mayoría de los triunfadores encontraron obstáculos desalentadores antes de vencer. Ganaron porque se negaron a desanimarse antes las derrotas. Si no existieran contratiempos que superar, la riqueza maravillosa de la experiencia humana no florecería, ni nos brindaría la sabiduría… ni nos llevaría a gozar el paisaje del camino.
Gerhard Gschwandtner recuerda “que un gran filósofo comentó una vez que el único obstáculo que tiene que vencer el águila para volar con mayor velocidad y más fácilmente, es el aire; pero si se suprimiera el aire caería instantáneamente a tierra, sin poder volar en absoluto. Parece increíble pero el mismo elemento que ofrece resistencia al vuelo es, a la vez, su condición indispensable para ascender hacia el infinito”
Esa misma ley se aplica en tu vida: los obstáculos son indispensables para crecer. Una vida carente de obstáculos, reduciría todas tus posibilidades de triunfo, éxito y felicidad, y tus potencias a la nada. Cada obstáculo en tu vida, despierta tus habilidades, te comunica con un nuevo poder.
Parece increíble pero son las dificultades las que te hacen ser tú mismo, hacen que surja una nueva fuerza que tienes y tu desconocías, de un obstáculo derivan fortalezas increíbles: de la desilusión, crecimiento espiritual; de la carencia, el deseo de ser espectacularmente mejor.
Al Filósofo le parece que el mayor enemigo que todos tenemos, es la voluntad débil, que nos lleva a no creer en nuestros propósitos, a no tener sueños definidos, a no buscar caminos para superarnos. Cuando dejas de tener miedo a perder, descubres que HOY puedes ser mejor que ayer, entonces surge la confianza, vences los obstáculos, defines tus metas, te llenas de optimismo y esperanza.
“Para conquistar tus metas necesitas:
Automotivación, esa energía que surge de tu interior, basada en tus deseos y valores más importantes.
Compromiso, estás dispuesto a pagar el precio por alcanzar tus metas, que se refleja en tu conducta, el empeño, la pasión, la entrega en la que te dedicas a tu tarea.
Adaptación y flexibilidad, el mundo cambia constantemente y no tienes control sobre la conducta y sentimientos de la gente que te rodea. Por lo tanto, cuando surgen imprevistos o las cosas no son como piensas, es necesario tener la capacidad de hacer los cambios que se requieran.
Autocontrol emocional, las emociones son parte de tu vida, pero es necesario distinguir ¿cuándo tienes que controlarlas?, para actuar de acuerdo a la razón y al sentido común.
Organización, no puedes hacer muchas cosas al mismo tiempo, ni tienes un tiempo ilimitado, por ello es básico que establezcas un orden y priorices tus necesidades”1
La palabra tiene poder, influye en la programación de tu subconsciente, en tu visualización positiva del presente; diariamente reconoce en voz alta: tus logros, tus éxitos; decreta pensamientos positivos; como por arte de magia acercarán tus sueños a la meta, y sin saber cómo, porqué, ni cuándo, te convertirás en un triunfador que sabe que no hay camino sin obstáculos, pero son estos los que le dan sentido de pertenencia a tu vida.
Resulta que “Unos hombres cincelaban duramente una roca, sus rostros transpiraban; un periodista les preguntó:
–– ¿Cuál es tu trabajo? –– ¿No lo ve? –contestó con pesadumbre–, pico piedra.
Un segundo hombre golpeaba fuertemente otra roca.
–– ¿Cuál es su trabajo? –– ¿No lo ve? –respondió con sentimiento–, tallar un peldaño.
El tercer hombre golpeaba fuerte una piedra, su rostro reflejaba alegría, el periodista le pregunta y tú ¿qué haces?
–– ¡Yo!, –construyo una catedral.
El Filósofo de Güémez, agradece a Dios el milagro del nuevo día, trabajo lleno de pasión, de amor en el humor afirmando: “La vida es como en la política, pa’ grandes logros… ¡GRANDES CHINGAS!”
1 http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/establecer-metas.html
filosofo2006@prodigy.net.mx