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Apenas arrancaban las primeras horas de este miércoles y ya varias escuelas habían suspendido clases, y el motivo fue porque los maestros decidieron tomar medidas más drásticas para ser escuchados en sus manifestaciones en contra de la Reforma Educativa y buscar a toda costa echar abajo la Evaluación.

En punto de las 9:00 horas, el CENDI número 9 Ana María Balandrano cerró sus puertas, las maestras mantuvieron tomada la institución hasta antes de las 11:00 horas y aseguraron contar con el apoyo de los padres de familia, al tiempo que anunciaron su asistencia al Polyforum “Rodolfo Torre Cantú” donde ya se cocinaba un movimiento mayor.

Apenas serían 20 minutos antes de la hora prevista para la marcha de los docentes y al menos se podían contar poco más de 800 maestros procedentes de diferentes municipios, Aldama, Soto la Marina, Mante, Ocampo, Reynosa, Gómez Farías, Xicoténcatl, entre otros.

Y aunque los mentores aseguraron no tener líderes que los encabezara, el presidente de la Asociación Estatal de Maestros y Padres de Familia, Miguel Ángel Tovar Tapia, se encargó de dar la entrevista a los medios para explicar los motivos de la manifestación.

Ahí, anunció que los municipios representados realizaron un paro parcial en las escuelas, de 11 a 1, “porque es la única forma en que pueden voltear a vernos, no hemos ofendido a nadie, lo único que estamos haciendo es defender nuestro trabajo, simplemente defender a nuestras familias”.

La “rebelión” del magisterio tamaulipeco se hizo notar en gran magnitud, las consignas lanzadas por los docentes fueron, “Emilio Chuayffet, fuera de la SEP”, “Pueblo escucha, te tengo un secretito, los libros de texto ya no serán gratuitos”, “Si quieren evaluar, por ellos deben empezar” y entre la multitud no faltó quien gritara, “No somos 300, que venga Diódoro y que nos cuente”, refiriéndose a las declaraciones que en días anteriores hiciera el Secretario de Educación de Tamaulipas, Diódoro Guerra Rodríguez, al asegurar que serían apenas 300 maestros los que se inconformaban contra la reforma educativa.

Minutos después, con el uso del megáfono, Tovar Tapia anunció la llegada de un autobús procedente del municipio de Xicoténcatl. El que arribó a las 11:13 horas y de el descendieron un grupo de maestros con una de las mantas más grandes en la que se leía, “Xicoténcatl”, -con letras negras y grandes-, en la parte inferior con letras más pequeñas y en color rojo, “Maestros en pie de lucha vs la reforma educativa”.

Pero los mentores no llegaron solos, un pequeño grupo de padres de familia también les acompañaron portando cartelones en los que se leía, “En Xico, los padres de familia apoyamos a nuestros maestros”.

Mientras tanto, los gritos siguieron escuchándose, repitiendo una y otra vez, “Urgente, urgente, evalúen al presidente”, “somos docentes, Peña entiende, no delincuentes”, “Gobierno entiende, la escuela no se vende”, “El pueblo mirando también está apoyando”, “no somos uno, no somos 100, Emilio Chuayffet cuéntanos bien”.

Así pasaría poco más de media hora, y en punto de las 11:40 comenzaron a organizarse para marchar hacia el Congreso del Estado avanzando siempre en orden, sin agresiones ni destruir ninguna instalación o edificio, “somos maestros, demostremos educación”, diría alguien entre el grupo.

En once minutos, 11:51, quienes encabezaban la manifestación ya estaban a la entrada del portón principal del Congreso donde tuvieron que salvar el primer obstáculo luego de que se les pedía nombrarán a solo una comisión para que dialogara con los diputados locales.

Durante cuatro minutos insistieron en querer entrar todos a las instalaciones del Congreso, repentinamente, uno de los portones fue abierto y empezaron a entrar apresurados.

Ya en el área de estacionamiento y gritando eufóricos, acordaron instalarse a las afueras del edificio y permitir que solamente una comisión integrada por 8 maestros de cada municipio fueran quienes ingresaran para sostener el dialogo, según lo indicó Miguel Ángel Tovar Tapia.

Para las 12:14, alrededor de 80 maestros que representarían a los 28 municipios que se manifestaron este miércoles entablaron el dialogo con la diputada local Erika Crespo Castillo de Nueva Alianza, Erasmo González Robledo del Partido Revolucionario Institucional y Francisco Elizondo por Acción Nacional.

Ya en el auditorio del recinto legislativo, el diputado Erasmo González se encargó de presentar a quienes atenderían a los representantes de los maestros y solicitó a Miguel Ángel Tovar Tapia

En su intervención, Tovar Tapia responsabilizó a los legisladores de ser los primeros en violentar la ley, “no tenemos los maestros porque estar contentos a este tipo de evaluación punitiva, si bien es cierto es una nueva ley nos implica el rompimiento de paradigmas para que esta se lleve a cabo”, dijo a los diputados locales de la Comisión Permanente que atendieron a los más de 80 maestros representantes de aproximadamente mil 200 que se manifestaron este miércoles.

“Ustedes mismos desde el congreso del estado están violentando la constitución esta parte al no defender el 14 constitucional y hacer mella de que nada más esa ley vaya de manera específica para el magisterio ustedes mismos están faltando a los principios de representación como parte de este congreso administrativo”, indicó.

Por ello, exigió a los legisladores propongan un punto de acuerdo para que de manera puntual se derogue la ley reglamentaria en sus artículos 52 y 53, pero también la recomposición sobre la omisión que se ha hecho en el tema de la evaluación.

La reunión con los diputados del PRI, PANAL y PAN duró casi 4 horas, tiempo en el que varios docentes expusieron sus opiniones en torno a la Evaluación y el común denominador fue exigir que se eche abajo la reforma educativa.

El dialogo fue subiendo de tono, al grado de que el diputado por el Partido Acción Nacional, Francisco Elizondo Salazar, se atrevió a señalar que los maestros habían sido abandonados por su dirigente sindical en su lucha, pero de inmediato Tovar Tapia lo detuvo en seco, “ese no es el tema, aquí no hay líderes, todos somos líderes y nuestra lucha es echar abajo esta ley”, le respondió.

Pero la peor parte la llevó la diputada de Nueva Alianza, a quien varios maestros encararon recriminándole que a pesar de maestra no votó en contra de la aprobación de la reforma, incluso hubo quien le cuestionó, “¿qué le dieron maestra, un ranchito, una casa blanca?, no acuso, le pregunto”.

Otros sin decirlo la llamaron “aviadora” por continuar cobrando puntualmente sus quincenas en la Secretaría de Educación a pesar de estar desempeñando un puesto de elección popular y violar la ley administrativa.

Incluso hubo quien llegó a exigirle a Crespo Castillo la reparación del daño que la reforma educativa le ha ocasionado a los docentes, “le exijo que me repare el daño moral y profesional que me ha causado, yo tengo una maestría en derecho, me pidieron certificarme como docente, hacer el PROFORDEM he sacrificado mucho por estar donde estoy, no le pido, le exijo que me repare el daño”, le grito una maestra, quien llegó casi a plantársele enfrente a la legisladora que se mantuvo impasible casi durante todo el tiempo.

Por su parte, Marco Antonio Gómez Leal, quien se definió como un maestro con 20 años dentro del aula y se dijo conocedor de lo que es un instrumento de evaluación, una estrategia de enseñanza como sus herramientas de trabajo, cuestionó a la SEP que le dio un título de ingeniero y una cédula por pedirle que se preparara como docente sin recibir un apoyo económico, “Y me dice el secretario de educación, ¡No sirves, te voy a aplicar un instrumento de evaluación!”.

El diálogo, en el que al inicio solamente se escuchó la voz de los maestros con unas cuantas intervenciones de los legisladores del PAN y PRI, llegó a convertirse prácticamente en una amenaza. “¿Quieren un Oaxaca o un Michoacán?”, señaló uno de los docentes y de paso aseguró que ya estaban organizados para en caso de no ser escuchadas sus demandas, en las que se incluyen la toma de carreteras, cierre de puertos y la unión de padres de familia con la totalidad de maestros que en esta ocasión no asistieron a la manifestación.

Las poco más de 3 horas que duró el encuentro entre legisladores y docentes dejó a estos últimos un sabor de boca de no haber logrado nada, luego de que al final los diputados locales les dijeron no tener ninguna facultad para darles una respuesta, “Yo presento la iniciativa, ¿Y que ganan?”, gritaría Francisco Elizondo, dándoles a entender que todo ese tiempo solo fueron escuchados pero les pidió hicieran el levantamiento de firmas para echar abajo la reforma.

Finalmente, Miguel Ángel Tovar Tapia pidió al diputado del PRI se comunicara con el Secretario de Educación de Tamaulipas, Diódoro Guerra Rodríguez, para pedirle no hubiera persecución ni sanciones para los más de mil maestros, Erasmo González salió del auditorio para realizar la llamada y minutos después regresaría con la respuesta, “me pide el Secretario que aquí mismo los verá el lunes a las 10 de la mañana y estará con todos sus colaboradores”, minutos después se llevó a cabo la redacción de un acta en la que se establecieron los acuerdos a que se llegaron, pero los maestros ya habían sentenciado que de no suspenderse la evaluación se tomarían acciones más drásticas, entre éstas, el no iniciar el próximo ciclo escolar, además del cierre de carreteras, puertos e incluso el llegar a ser una réplica de los movimientos de Oaxaca, Guerrero y Michoacán.

Mientras tanto, atrás de los diputados locales se encontraba aún la mampara que se utilizó para la ceremonia de graduación de la Preparatoria Federalizada número 3 «Carlos Adrián Avilés», apadrinada por el dirigente de la sección 30, Jesús Rafael Méndez Salas, quien esta vez fue prácticamente desconocido como el líder del magisterio, al menos para los manifestantes, aunque dejaron muy en claro, «nosotros seguimos siendo orgullosamente SNTE, pero aquí no hay líderes, estamos organizados y tenemos un comité de lucha», apuntaron.

 

Opinión

A caracas Tamaulipas

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Tamaulipas suele ser un laboratorio donde se pone a prueba la capacidad del Estado mexicano para sostener sectores estratégicos sin perder de vista los equilibrios regionales. ¿se acuerdan de las fosas clandestinas? Fuimos los primeros; ¿Del asesintado del candidato del PRI a la gubernatura?… bueno. Mientras buena parte del debate público gira en torno a seguridad, infraestructura, movilidad y huachicol; en el campo tamaulipeco se libra una batalla silenciosa, técnica y decisiva, se trata, de la defensa sanitaria del algodón, uno de los cultivos que han sostenido por décadas la economía agrícola del norte del país.

Durante la Reunión Anual del Programa Binacional de Erradicación del Gusano Rosado y del Picudo del Algodonero, coordinado entre SENASICA y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, el Gobierno de Tamaulipas volvió a dejar claro que no abandonará esta trinchera. La presencia del subsecretario de Desarrollo Agrícola, Eliseo Camacho Nieto, en representación del secretario del ramo, marcó el tono del mensaje: el algodón sigue siendo prioridad estratégica y la sanidad vegetal no es negociable.

Camacho Nieto detalló los trabajos continuos para mantener libre de gusano rosado la zona productiva, así como para controlar el picudo, plaga histórica que amenaza la competitividad del cultivo. Habló de coordinación estrecha con SENASICA, SADER y el Comité Estatal de Sanidad Vegetal, un triángulo técnico que opera bajo presión constante ante la aparición de plagas emergentes que ya tocan territorio tamaulipeco.

En la mesa, representantes estatales y federales presentaron reportes, evaluaron avances y revisaron estrategias. No es solo un intercambio burocrático, sino la defensa de una cadena productiva que involucra a productores, industria y exportadores. La presencia de especialistas como Alfredo Vanoye Mota y Yazmin Zapata Contreras reafirmó que Tamaulipas está jugando en serio en la cancha de la bioseguridad agrícola.

Mientras tanto, en el sur del estado, otra dinámica avanza con igual determinación. Es el blindaje del corredor metropolitano Altamira–Tampico. Los esfuerzos no se limitan a seguridad pública; incluyen la protección del entorno natural, la prevención de riesgos y la coordinación institucional para sostener un territorio que combina industria petroquímica, movilidad turística y ecosistemas frágiles.

En Altamira, personal de la Guardia Estatal se integró a un recorrido de limpieza y supervisión en las dunas del Corredor Urbano Luis Donaldo Colosio, dentro de la Estrategia Nacional de Limpieza y Conservación de Playas y Costas. La intervención conjunta de Turismo estatal, Tránsito Municipal, Marina, DIF y la Secretaría de Ecología mostró que la vigilancia ambiental también es un componente de la seguridad regional. El gobierno municipal encabezado por Armando Martínez Manríquez ha entendido este ángulo, el de proteger el ecosistema costero es proteger la economía y el flujo turístico.

Ese enfoque coincide, por extensión, con lo que ocurre al otro lado del corredor metropolitano. El Ayuntamiento de Tampico activó el operativo “Navidad Segura, Tampico Te Cuida 2025”, una estructura interinstitucional de más de 31 dependencias que apunta a blindar la ciudad durante el periodo de mayor movilidad del año. El arranque, encabezado por la alcaldesa Mónica Villarreal Anaya en la Laguna del Carpintero, dejó ver el peso estratégico de la zona: comercio nacional, logística del Golfo, transporte hacia la frontera e incluso la ruta migrante que cruza por Tamaulipas para llegar a Estados Unidos.

La alineación de la Marina, la Defensa, la Guardia Nacional y la Guardia Estatal proyectó un mensaje claro: el sur de Tamaulipas no disminuirá vigilancia. El operativo incluye patrullajes en corredores turísticos, accesos carreteros, puntos comerciales y el sistema lagunario, con la instrucción de reacción inmediata ante incidentes. Para un municipio que funciona como punto de equilibrio regional, mantener estabilidad no es solo una obligación, es un activo económico.

El blindaje de Tampico y la intervención ambiental en Altamira dialogan con la misma lógica que mueve al campo: proteger lo que genera vida económica. Desde el algodón del norte hasta las dunas de Miramar y los corredores turísticos del sur, Tamaulipas avanza en la idea de que seguridad, productividad y entorno son piezas del mismo rompecabezas.

En la intimidad… En los rincones menos visibles de la agenda pública también se mueven asuntos relevantes. En Altamira, durante el recorrido de limpieza de dunas, se vio a mandos locales afinando detalles con la Guardia Estatal para futuros operativos preventivos en Miramar. El trabajo interinstitucional fue tema constante de conversación mientras Marina, Ecología Municipal y DIF afinaban rutas de verificación.

Y en Tampico, discretamente, mientras concluía el arranque del operativo “Navidad Segura”, se comentaba entre mandos que la presencia coordinada de Fuerzas Armadas se mantendrá durante toda la temporada, incluso en horarios donde antes la vigilancia disminuía. El sur de Tamaulipas quiere cerrar el año con estabilidad.

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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Opinión

Zoé Robledo Aburto ya cavó su tumba

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El funcionario federal cruzó la línea que nadie en el sector salud, ni de ningún orden de gobierno o dependencia debería siquiera atreverse a mirar. El director general del IMSS decidió minimizar la crisis que ellos provocaron y se burló del sufrimiento con una frase que exhibe la fractura moral y política en la que vive el siempre disfrazado de guerrillero barato: “la solución es no enfermarnos”.

La declaración refleja no solo la incapacidad técnica, sino el profundo desdén hacia millones de derechohabientes que todos los días enfrentan pasillos saturados, farmacias vacías, médicos exhaustos, negligencias documentadas y una maquinaria burocrática que trata la salud como un trámite y no como un derecho constitucional.

Los derechohabientes escucharon esta frase por todo el país como lo que es, una provocación. Una serpentina y confeti al ataúd de quienes entierran familiares porque el medicamento nunca llegó. Una ofensa a quienes ven deteriorarse a un ser querido en un hospital que se cae a pedazos mientras el director general presume un supuesto “97% de surtimiento”.

La realidad contradice cada una de sus palabras. Familias enteras recorren farmacias privadas para conseguir antibióticos, analgésicos, antihipertensivos o insulina. Los pacientes con cáncer se enfrentan a periodos de desabasto que comprometen sus tratamientos. Madres y padres pagan de su bolsillo lo que el Estado ya descontó de su salario. En el IMSS, las cifras son argumentos de escritorio; el dolor es de carne y hueso, y para Zoé, una carcajada.

Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien sostiene a Robledo en el cargo lo hace con plena conciencia del daño y del mensaje que envía al país; la salud pública va a seguir administrándose con soberbia, simulación y desprecio hacia quienes dependen de ella. El director general del IMSS no solo deshonra la institución que dirige, también deshonra la memoria de quienes no sobrevivieron al abandono institucional, y de paso, se la lleva a usted y a todas entre su verborrea, porque aquí en México la presidenta con “a”, es la que manda, o qué, acaso es la débil de la que habló hace días  Andrés Manuel ¿será?

En la intimidad… Mientras tanto, en Tamaulipas, la indignación se multiplicó. El martes por la noche, los fieles al líder sindical del SNTSS, Jorge González Ortiz, coronaron el absurdo. Tomaron las instalaciones del Hospital General Regional No. 6 en Ciudad Madero para celebrar una posada y el encendido de un pino navideño con juegos pirotécnicos, en plena explanada del hospital.

Bloquearon accesos, impidieron el paso de camillas y sillas de ruedas, colocaron carros alegóricos y montaron un festejo que hubiera sido normal en una plaza pública, no en un hospital donde cada minuto puede significar la vida de un paciente. La derechohabiencia lo vivió como una burla. Una fiesta sindical mientras adentro se lucha por la salud y la vida.

Ese desorden ocurrió ante la burla a las autoridades civiles y militares, porque aseveran que existe un pacto de impunidad que sostiene al sindicato, a su líder y a quienes desde la oficina central del IMSS permiten estos atropellos, lo más grave, es que en los pasillos se comenta que el director de Protección Civil de Ciudad Madero, Ricardo Aguirre, podría ser removido. No por incompetencia, sino porque su superior, Erasmo González Robledo, presidente municipal de Ciudad Madero, es amigo cercano de Zoé Robledo Aburto. Y cuando los intereses sindicales chocan con el interés público, ya sabemos quién pierde.

El IMSS está lastimado. Lo hieren sus directores, lo hieren sus líderes sindicales, lo hieren quienes deberían cuidarlo. La indignación social no es una moda: es el grito acumulado de un México cansado de que la salud sea un privilegio para pocos y un suplicio para millones.

La noche de la posada en el HGR 6 de Madero fue un retrato exacto del deterioro institucional. El personal sindicalizado se entregó al festejo sin medir riesgos ni consecuencias.

Pirotecnia detonada a metros de pacientes, música a todo volumen, bloqueos improvisados.

Los familiares de los pacientes quedaron relegados, y quienes necesitaban pasar con sillas de ruedas o camillas tuvieron que esperar porque la prioridad no era la salud, claro,  era el lucimiento del líder sindical Jorge González Ortiz.

Lo ocurrido no fue una fiesta desmedida, fue una ofensa directa a los enfermos, a sus familias y a los trabajadores que sí cumplen con su deber.

Así funciona el IMSS de hoy en el Segundo Piso de la 4T con un director general que recomienda “no enfermarse” y un sindicato que celebra como si nada pasara.

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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Opinión

Seguridad, inteligencia y la encrucijada

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La reciente baja en los homicidios dolosos en Tamaulipas no debe interpretarse como una estampita de triunfo o como esas estrellitas que pone en la frente de los niños la maestra del kinder, no, esas estadisticas se deben asumir como una tregua frágil que exige inteligencia real, reformas quirúrgicas y un entendimiento profundo de cómo muta la criminalidad en el noreste de México.

Entre enero y octubre de 2025, la entidad redujo en 43.2 por ciento su promedio diario de asesinatos. Un descenso significativo, sí, pero que no necesariamente refleja desarticulación criminal, sino ajustes tácticos, reacomodos y nuevas formas de operar. La violencia dejó de anunciarse con estruendo; ahora se mueve con sigilo, logística, drones, uno que otro coordinador de la policía estatal de la Secretaría de Seguridad Pública.

Por eso es que el gobernador Américo Villarreal Anaya no dudó en declarar que su administración mantendrá y ampliará la inversión en sistemas de inteligencia, acompañada de modificaciones legales que buscan cerrar espacios de impunidad. Son movimientos necesarios. La tipificación del simple hecho de portar ponchallantas y la prohibición para que chatarrerías reciban cobre sin acreditar origen apuntan a desmantelar engranajes que facilitan otros delitos, pero además, es un duro golpe a las finanzas delincuenciales.

Pero el desafío no está en las leyes, sino en su ejecución. Tamaulipas enfrenta un crimen organizado que ya no solo controla territorios, aunado a ello, administra economías paralelas, compra voluntades y se infiltra en mercados aparentemente inocuos. Los decomisos recientes de drones utilizados por grupos criminales exhiben que la disputa territorial ahora tiene componentes tecnológicos que requieren una inteligencia más sofisticada que el simple patrullaje, y qué decir de la banda de hampones que tenia un call center para extrosionar desde el CEDES Reynosa, en fin.

La Mesa de Seguridad, el enlace con el Congreso y la interlocución con el diputado Humberto Prieto Herrera pueden acelerar los ajustes normativos, pero el verdadero camino es más profundo todavía; se trata de cortar el financiamiento criminal, blindar los mercados vulnerables, reforzar capacidades municipales y profesionalizar cuerpos policiales que todavía dependen más de la intuición que de la analítica, por eso mismo, el estulto que pretenda municipalizar las policias no es más que un emisor de la delincuencia, y si no lo es, eso indican sus intenciones.

Bajar la incidencia es un logro, pero, mantener la gobernabilidad, un reto que no cualquiere puede en Tamaulipas, y sobre todo, construir paz es la  gran deuda de todos.

 En la intimidad… Mientras la agenda pública gira en torno a drones, normativas y mesas de seguridad, lejos de los reflectores el rector Dámaso Anaya Alvarado empuja una transformación igual de importante, aunque menos estridente, “El Plan de Cultura de Paz 2026”, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.

Talleres en facultades, diagnósticos participativos y la mano directa de la Defensoría de los Derechos de los Universitarios están delineando un documento que busca algo que el sector público suele olvidar: escuchar primero, actuar después.

La UAT quiere fortalecer la convivencia, asegurar entornos libres de violencia, atender la salud emocional y reforzar una cultura de igualdad y no discriminación. Es un movimiento lento, académico, profundamente humano, pero necesario para cualquier estado que aspire a consolidar paz más allá del discurso.

A veces, mientras la seguridad se discute en mesas estratégicas, la paz verdadera se está construyendo en un salón de clases.

Por cierto, ahora si que se pusieron de acuerdo porque la tercera de los Villarreal, me refiero a la Presidenta Municipal de Tampico, Mónica Villarreal Anaya, encabezó este lunes la Ceremonia Cívica de Honores a la Bandera en la Escuela Secundaria General No. 4 “Andrés Araujo Araujo”, donde además dio inicio la segunda etapa del Programa “Salud Socioemocional”, iniciativa orientada a fortalecer el bienestar emocional y la sana convivencia entre estudiantes.

La alcaldesa destacó la importancia de dar continuidad a este programa, impulsado por el Ayuntamiento de Tampico en coordinación con la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (FADYCS) de la UAT, con el apoyo de estudiantes de la Licenciatura en Psicología.

“Estamos convencidos de que el bienestar emocional de nuestras y nuestros jóvenes es fundamental  para construir una ciudad más unida, empática, y con mejores oportunidades. Por eso, este programa beneficiará a un promedio de 8, 144 alumnos y ampliando su cobertura a 638 docentes de trece secundarias publicas de nuestro municipio», expresó.

La autoridad municipal reiteró el compromiso de su administración con la educación, señalando que se continúa apoyando a las escuelas en necesidades como equipamiento de aires acondicionados e impermeabilización, al considerar que la educación es clave para el desarrollo de Tampico.

En su intervención, la directora de la FADYCS, Dra. Elda Ruth de los Reyes Villarreal, subrayó que se está brindando atención integral a la salud mental desde la adolescencia hasta la etapa adulta, y que Tampico es el primer municipio en recibir este programa, con la intención de extenderlo posteriormente a otras localidades.

davidcastellanost@hotmail.com
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Opinión

AMLO vuelve con Grandeza

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Por: Zaira Rosas
zairosas.22@gmail.com
Andrés Manuel López Obrador vuelve a los titulares, pero no solo como una figura política ni como el ex presidente de México. Vuelve como escritor con la obra titulada “Grandeza”, el primero de una serie dual, cuya continuación se titulará “Gloria”. Podríamos hablar de su ejercicio literario en sí, sin embargo, más allá de su contenido, ha reactivado conversaciones sobre su presencia pública y sobre los temas que siempre han atravesado su discurso: la identidad nacional, las raíces

indígenas y la disputa constante por la narrativa política del país.

El regreso de AMLO, marca el escenario nacional, en medio de fuertes cuestionamientos al poder, movimientos nuevos surgiendo desde la inconformidad, no es casualidad que reitere su proceso de jubilación, pero también el constante apoyo al mando en turno, pues sostiene que volvería a las calles si la soberanía o la democracia se vieran amenazadas o para defender a Sheinbaum

de un golpe de Estado.

Lo primero que salta a la vista es que López Obrador vuelve uniéndose a una larga tradición de políticos que escriben para interpretar su paso por el poder. Sin embargo, en su caso, la intención parece ir más allá del balance gubernamental. Desde el título mismo, “Grandeza” apunta a la búsqueda de un relato sobre México que reivindique la fuerza moral del pueblo, especialmente de aquellos que han sido históricamente invisibilizados. Aquí, AMLO retoma uno de los ejes centrales de su discurso: la reivindicación de los pueblos indígenas como base ética y cultural del país.

Este punto merece detenernos. México presume su diversidad cultural, pero la mayoría de sus políticas, instituciones y espacios de visibilidad siguen operando desde parámetros occidentales. AMLO insiste en mirar hacia las raíces indígenas no solo como un acto de reconocimiento, sino como una apuesta de futuro. La pregunta es si esta insistencia realmente se traduce en políticas transformadoras o si queda en el terreno simbólico. Lo cierto es que, en un país que suele desplazar a los pueblos originarios a un plano folclórico, cualquier llamado a asumir su vigencia política y cultural es necesario, incluso cuando viene acompañado de controversias.

La visibilidad de las culturas indígenas hoy importa porque pone en tensión  nuestra forma de entender el desarrollo. En tiempos en los que seguimos midiendo el progreso por indicadores económicos, recordar que existen otras formas de organización social, otras maneras de relacionarnos con la tierra y otras narrativas de comunidad, resulta un gesto revolucionario. Este recordatorio, aunque provenga de una figura política, con un posicionamiento claro de izquierda, tiene fuerza simbólica y debería ser tomado en cuenta por cualquier administración presente o futura.

Poner atención a las culturas y pueblos indígenas es centrarnos también en el origen de México, pues la cosmovisión de cada cultura también abre panoramas de diálogo hacia nuevas formas de organización e incluso de autocuidado. Estas perspectivas nos ayudarían a vislumbrar otras maneras de llevar a cabo lo que hoy entendemos como progreso.

Ahora bien, ¿qué significa políticamente la aparición de AMLO en este momento? Su libro funciona como un recordatorio de que sigue ahí, observando, opinando, moldeando. No es un ataque directo a la gestión actual, pero tampoco un retiro silencioso. Para algunos, su regreso complica la consolidación del nuevo liderazgo político; para otros, su presencia garantiza que la agenda social que impulsó no se diluya. Lo cierto es que su figura aún moviliza emociones, tanto de respaldo como de rechazo, y en un país donde la percepción pesa tanto como la estructura, eso tiene impacto.

En última instancia, “Grandeza” y la reaparición de AMLO nos recuerdan que México sigue en disputa: por su narrativa histórica, por su identidad cultural y por el rumbo político que debe asumir. Y quizás esa sea la parte más valiosa de este regreso: obligarnos a mirar de frente nuestras raíces y preguntarnos si, como país, estamos listos para construir grandeza en plural, no solo en discurso.

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