@dect1608
La versatilidad de triunfos registrados el pasado siete de junio durante el proceso electoral 2014-2015, dicen que es efecto de la “vitalidad democrática” por la que atraviesa México. Pero aunque los resultados parezcan avasalladores (como en el caso de los priistas), no lo son a conciencia; su triunfalismo jactancioso, solamente representa cuentas mochas para su presidente, Enrique Peña Nieto.
Luego de que el Instituto Nacional Electoral (INE) terminó con el cómputo final de los Diputados electos, finalmente el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Cesar Camacho Quiroz, se quedó 48 legisladores por debajo de su meta, pues según lo dicho por el mismo Camacho, la intención y compromiso con Peña Nieto, era acomodar a 251 miembros en la Cámara de Diputados y simplemente no lo cumplió, la operatividad política le dio para meter a 203 tricolores que podrán acompañar a Peña Nieto a la puerta de salida de su sexenio, de estos 203, diez serán tamaulipecos.
Y mire como son las cosas. A finales de 2014 cuando inició la elección intermedia, ninguno de los miles de priistas que tiene Tamaulipas creía que fueran a ganar los ocho distritos y mucho menos que al cierre de la elección, compartieran el triunfo con el priista “apestado” por la actual y nueva clase política, me refiero a Ricardo Gamundi Rosas “El negro” quien con su fanfarrona manera de ser, también goza las mieles de la victoria, solo que este personaje desde Sonora, donde trabajó con la recién nombrada gobernadora electa de aquella entidad.
Para alcanzar la cifra de 203 diputados priistas, fue necesario que el priismo tamaulipeco echará mano de operadores políticos que por formar parte de las corrientes del pasado habían sido enviados a la banca, pero ahora, ante la necesidad de aportar los ocho distritos al conteo nacional, fueron llamados. Algunos de ellos llegaron a aparecer en listas de operadores solicitados por Manlio Fabio Beltrones para trabajar en otras entidades, pero el gobernador tamaulipeco, negó a los más capaces y los puso a trabajar en los diversos distritos de Tamaulipas, hay que decir la verdad, le resultó a Torre Cantú, ganaron los ocho candidatos y dos más plurinominales.
Los priistas que salen son: Enrique Cárdenas del Avellano (ECA Tamaulipas) y Rosalba de la Cruz Requena, por cierto los únicos dos que hicieron la honra por el PRI en aquella elección federal de la traición en 2012, cuando Tamaulipas, le apostó todo por la panista, Josefina Vásquez Mota. Patricia Araujo de la Torre, Amira Griselda Gómez Tueme y Marco Antonio Bernal, son actualmente diputados por la vía pluri y ya se les va a terminar la dieta.
Glafiro Salinas Mendiola, Humberto Prieto Herrera, Alejandro Llanas Alba, Carlos García González, German Pacheco Diaz y Marcelina Orta Coronado, este titipuchal son los actuales diputados panistas que llegaron por la vía de representación relativa, mientras que Lazara Nelly González Aguilar y Ramón Sampayo Ortiz, alcanzaron su boleto a San Lázaro por la vía plurinominal… ya se les acaba también.
Ahora Tamaulipas tendrá diez diputados federales de tono tricolor, que serán: Yahleel Abdala Carmona; María Esther Camargo de Lubbert, Edgardo Melhem Salinas, “chuchin” Jesús Juan de la Garza Díaz del Guante, Miguel Ángel González Salum, Luis Alejandro Guevara Cobos, Esdras Romero Vega y Mercedes del Carmen Guillen Vicente; además de los plurinominales Baltazar y Monserrat Arcos Velásquez.
