Con 160 comensales dos chefs se enfrentan al reto de cocinar la misma cantidad de platillos, que debían incluir: entrada, plato fuerte y postre
Al grito de ¡ahora! Ambos expertos culinarios salen a la despensa para elegir productos que utilizarían en la competencia., con rapidez y nerviosismo logran poner en sus respectivos espacios lo necesario para iniciar con la estrategia culinaria que debía culminar en 3 horas.
Con una urgencia impresionante se organizan de manera individual para preparar platillos que les permitan lograr el triunfo de manera individual pues ese es el reto, terminar en tiempo y servir a las 160 personas.
Uno de los chefs decidió servir una tarta separada y la sirvió de la misma forma, lo que representaba todo un reto por el tiempo requerido para colocar cada uno de los ingredientes. El otro chef optó por ofrecer de postre una panna cotta, que preparó al inicio de la competencia y tuvo el tiempo suficiente de quedar consistente, servirse rápido al final del concurso y a la cual solo le agregaría algo de fruta y galleta crujiente, este chef había terminado sus platillos y tenía su postres listo mientras que el otro se enfrentaba a la presión del tiempo pues había que servir la escrupulosa tarta y sus diversos elementos. Minutos antes de terminar la competencia se escucha la voz del chef contrincante que había concluido con el servicio de sus platos “puedo ayudarlo a servir”, el chef en jefe después de unos segundos de silencio responde “si”, y gracias a la ayuda de este joven su adversario termina en tiempo y en forma los 160 platillos, incluido el postre.
En una competencia el objetivo es ganar pero competir con espíritu de equipo aún con quienes son rivales y anteponiendo civilidad, ética y valores hace una gran diferencia.
De las pasadas elecciones federales en Tamaulipas no se habla tanto del triunfo del PRI, si no de cómo perdió el PAN, ese es el tema de la sociedad en general, las excusas de la ciudadanía van en el sentido del abstencionismo. En Tamaulipas hay dos municipios grandes gobernados por el PAN y varias diputaciones también, situación que nos lleva a considerar, que eso pudo ser un aliciente para llevar votos y haber logrado por lo menos 3 distritos para los albiazules.
La elección de candidatas y candidatos de este partido se dio en medio de tráfico de influencias, favoritismo, nepotismo e imposiciones. La designación del candidato Ramiro Javier Salazar Vázquez por el distrito IV con cabecera en matamoros fue un acto grosero pues siendo el padre de la alcaldesa de matamoros, Leticia Salazar, dicha designación mandaba un mensaje de no democracia dentro de la militancia panista de aquel distrito.
La candidatura de Ismael García Cabeza de Vaca por el distrito dos con cabecera en Reynosa no estaba exenta del escrutinio panista y de la ciudadanía en general pues siendo hermano del senador Francisco García Cabeza de Vaca, esa candidatura no era acertada.
En el caso de la ex candidata Laura Zarate Quezada por el distrito uno con cabecera en Nuevo Laredo., no existe lazo consanguíneo con el presidente municipal Carlos Canturosas pero la imposición de esta candidatura fulminó los procesos democráticos de la militancia panista que se ha visto dominada por los caprichos y egolatría del alcalde fronterizo.
Leticia Salazar, Francisco Javier García Cabeza de Vaca y Carlos Canturosas son personajes con aspiraciones para la gubernatura de Tamaulipas, eligieron como estrategia política imponer al padre, el hermano y la amiga para encontrar respaldo, apoyo y lealtad a sus respectivos proyectos rumbo a la gubernatura. Necesitaban a personas que no traicionaran su confianza, que promovieran sus aspiraciones, pero principalmente que fueran ojos y oídos extendidos en San Lázaro y prepararles terreno.
Para la alcaldesa de Matamoros y el Alcalde de Nuevo Laredo, el rival a vencer no era el PRI, era el senador Cabeza de Vaca, trabajaron y se desgastaron en demostrar quién tenía más poder dentro del PAN, que se olvidaron de sumar esfuerzos y hacer alianzas. Creyeron que cada uno desde su silla con influencias y dinero, lograrían que la militancia panista no se diera cuenta de las imposiciones, que la ciudadanía se volcaría en las urnas para darles votos y llevarlos al triunfo sin haber hecho lo suficiente.
La desatención que mostraron a la ciudadanía en sus respectivos municipios, la utilización de recursos municipales y las cosas que hicieron para lograr que esas candidaturas fueran posibles, contribuyeron a que se deteriorara la imagen y se arruinaran el camino hacia una elección limpia y democrática.
Enfermaron de poder, de egolatría y mandaron el mensaje a la ciudadanía de que la alternancia que hay en Tamaulipas no es muy diferente a lo que practican otros partidos políticos.
En esta competencia jamás se hubiera escuchado la frase “te puedo ayudar”. En aquella competencia de chefs, solo hubo un ganador y fue el que recibió ayuda, pero sin duda era el que se había esforzado al máximo y había puesto lo mejor de sí mismo.
Aquel chef que ofreció ayuda, no antepuso sus intereses y reconoció en su adversario la experiencia y espíritu de lucha, veía en el al próximo ganador de esa contienda.
La apolítica del PAN hizo que su futuro sea incierto.
A río revuelto, ganancia de priistas.