@dect1608
La Comisión Nacional de Seguridad (CNS) tomó el control de la estrategia contra el narcotráfico y la impartición de justicia en Tamaulipas, hace poco más de 12 meses. Mientras los resultados son subjetivos como la felicidad misma.
Envueltos en una de las crisis de inseguridad más aguda de la entidad, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), designó al «desconocido» Agente del Ministerio Público, Orlando Aguilar Márquez, como delegado de la Procuraduría en la zona sur del estado, lo que en meses posteriores la CNS, nombró zona costa.
Aguilar Márquez, antes de recibir el nombramiento como delegado a mediados de enero de 2013, estuvo a prueba de manera interina por más de tres meses, mientras seguía como Subdelegado Operativo de la PGJE. Al paso de los meses se quedó como titular y no fue precisamente porque le haya llenado el ojo al Procurador de Justicia, curiosamente sobrevivió porque no les quedo de otra a los que mandan o mandaban en la PGJE; sus “gallitos” se negaron todo el tiempo a ocupar la silla que en su momento le correspondió al ex Delegado, Aguilar Márquez, ya que zetas y golfos se daban de “topones” y nadie quería entrarle al quite; Armando Montelongo, ex Secretario del Ayuntamiento en la administración 2011-2013 de ciudad Madero, fue uno de los que se negó a asumir la función, hasta que no se calmaran los enfrentamientos y ejecuciones en Tamaulipas (particularmente en la zona costa que converge los municipios de Aldama, Altamira, Soto la Marina, Madero y Tampico) pues la guerra entre carteles y fuerzas federales, era de alto impacto y habría tomado fuerza nuevamente, impidiendo que los ahijados de políticos en activo aceptaran y mucho menos pretendieran ocupar el cargo como Delegado de la PGJE en la Zona Sur. Tan razonable postura de negarse al hueso en la procuración de justicia, pues entre sus paredes, la humedad criminal, estaba y está presente, para nadie debe ser fácil decir que no y mucho menos dar un sí a las bandas delictivas cuando están en franca disputa de la plaza.
Tal vez, no fue su capacidad lo que mantuvo a Orlando Aguilar Márquez al frente de la Procuraduría desde aquel lejano 17 de enero de 2013, hasta el pasado 13 de mayo de 2015 que lo removieron del cargo… pero ahora que las cosas están relativamente más fácil, el Procurador General de Justicia en Tamaulipas, Ismael Quintanilla Acosta, lo quitó y posicionó a uno de sus hombres de confianza, al licenciado, Juan Antonio Jara Benavides, persona que le guarda toda confidencia al Procurador tamaulipeco, mismo personaje que se encargó de armar el expediente jurídico para encarcelar al ex alcalde priista de Tampico (2008-2010), Oscar Rolando Pérez Inguanzo. Por cierto a un mes de que llegó, Jara Benavides, se mantiene como encargado del despacho, Quintanilla Acosta, no ha designado titular de la PGJE en la zona sur y tampoco se ha informado si al ex Delegado, se le vinculó con el crimen organizado, si cometió alguna falta grave o qué tipo de sanciones hizo para que fuera removido de la Procuraduría, pues los exámenes de control y confianza desde el hecho de que se mantuvo al frente se entiende que los acredito. Enorme misterio en la procuración de justicia de Tamaulipas.
En otro caso similar, el licenciado Enrique Aragón Sierra, quien fungió como titular de la PGJE en el sur de Tamaulipas durante el sexenio pasado, tuvo que rogar casi cuatro años para que lo jubilaran, lo trajeron vueltas y vueltas; pese a que forma parte de un distinguido grupo de funcionarios que ha brindado buenos resultados en sus cargos públicos, se vio en la necesidad de buscar al gobernador en diversos eventos para solicitarle que lo jubile, pues ya quería disfrutar de su familia como hace en la actualidad; por cierto, hay quien se atreve a decir que a la delegación de la PGJE de la zona sur, llegará la licenciada Astrid Lattuada de León, una dama de edad avanzada a quien se le reconoce y respeta, pero desde el simple hecho de querer meterla en estos menesteres ponen en riesgo su integridad, ya que le digo las aguas en el Golfo de México, no son tan sosiegas como parce.