Sur de Tamaulipas

Historia de un muchachito sin día del estudiante; a su papá lo levantaron hace un año

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Tampico Tamps.- Es un jovencito porque así se dice comúnmente tratándose de alguien con su edad: en realidad el muchachito éste transmite todavía la imagen de un niño a través de sus facciones, su voz y, sobre todo, la inocencia con la que habla, con todo y que ya se encuentra en la adolescencia.

Se trata de un menor que desde hace un año ha tenido que combinar sus estudios con el trabajo: vende cacahuates en lugares públicos de Tampico cuando no está en la escuela, a la cual va por las mañanas mientras sus cuatro hermanos, dos mayores que él y otros tantos menores, estudian y su mamá trabaja en una tienda de autoservicio.

Este viernes, sin embargo, el chico no ha ido a la secundaria: celebrarían en el plantel el día del estudiante y por no tener los cincuenta pesos que le pedían para el festejo, como a cualquier alumno, se quedó sin convivir con sus compañeros, pero no sin el gusto de haberle pedido al párroco de la iglesia de Santo Ángel, una noche antes, que mencionara entre las «intenciones» de la misa el nombre de su papá, Jesús Manuel Michel Silva, desaparecido exactamente un año antes, cuando él tenía apenas once.

Su madre ha estado en esa celebración religiosa, y lo cuenta con algo más parecido a dignidad que a la tristeza, aunque su rostro infantil no se turbe en ningún momento de su plática, pero tampoco pierda la seriedad que puede caber en un chiquillo como él, que se ha tenido que convertir en hombrecito en forma intempestiva porque a su padre, que era velador en la colonia Lomas de Rosales, lo «levantaron» de la misma manera, un mal día de hace un año, unos desconocidos a bordo de una camioneta, con todo y su motocicleta.

El reportero lo reconoce entonces: es el mismo pequeño al que vio la semana pasada vendiendo sus cacahuates en el estacionamiento de un centro comercial y quien le contó que quería juntar para comprar un balón, porque le gusta el fútbol y está en un equipo de la secundaria… el jovencito que no tuvo día del estudiante y cuya historia está a punto de quebrar a un periodista con veintidós años de profesión.

3 Comments

  1. Erika

    22 mayo, 2015 at 21:56

    A mi me gustaría ayudarlo a comprar su balón como lo puedo contactar

    • JESÚS BRAVO

      27 mayo, 2015 at 17:19

      Muchas gracias, Erika. Tu corazón es noble, y te comento que el pequeñon no tiene celular porque: «ni siquiera le se», dice él. Pero todos los días, después de la secundaria, se va directo al ayuntamiento de Tampico para vender los cacahuates que su mamá le prepara. Para más precisión, acude al área de Comunicación Social del palacio municipal de Tampico, situada en el segundo piso, y ahí podrás saber de él e incluso verlo si vas, entre semana, después de la una y media de la tarde. Di

    • JESÚS BRAVO

      27 mayo, 2015 at 17:20

      Muchas gracias, Erika. Tu corazón es noble, y te comento que el pequeñon no tiene celular porque: «ni siquiera le se», dice él. Pero todos los días, después de la secundaria, se va directo al ayuntamiento de Tampico para vender los cacahuates que su mamá le prepara. Para más precisión, acude al área de Comunicación Social del palacio municipal de Tampico, situada en el segundo piso, y ahí podrás saber de él e incluso verlo si vas, entre semana, después de la una y media de la tarde. Dios te Bendiga.

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