Dicen en mi pueblo que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y en ese supuesto está el ex alcalde de Reynosa, Everardo Villarreal Salinas quien no pierde la oportunidad de aparecerse en donde no lo quieren, busca a como dé lugar forzar la situación, lo que habla de un hombre que no se ha acostumbrado a que ya no tiene el poder que perdió al término de su administración municipal, si es que alguna vez lo tuvo.
El caso es que Everardo Villarreal se apareció en el desfile del primero de mayo, Día del Trabajo, muy contento, saludando desde el presídium a los marchantes, a todos quienes participaron en la parada con motivo del aniversario de los mártires de Chicago y Río Blanco.
¿En qué carácter fue Everardo al desfile y estuvo contentísimo en el presídium? ¿Qué jabón patrocina al ex alcalde? ¿En serio cree que él será funcionario estatal o federal en fechas próximas? Yo creo que no. Everardo es incapaz de pararse por las colonias de Reynosa, en donde “gobernó”, por los reclamos e insultos que recibe de una sociedad harta de un muy mal gobierno.
Everardo parece no entender que lo único que logra “apareciéndose en actos públicos” es que su presencia dañe al partido que lo llevó al poder, y por supuesto daña a sus candidatos que hoy buscan el voto popular.
Todos se preguntan a que fue Everardo al desfile. Todos se preguntan quién lo invitó. Todos desean saber que quiere. Porque pareciera que el ex alcalde de Reynosa no sabe vivir sin los reflectores, aún y cuando nadie lo ve. Everardo dejó a la ciudad un pésimo sabor de boca con una muy mala gestión.
¿No le dará vergüenza a Everardo seguir forzando que lo reciban, lo saluden y le sonrían cuando nadie lo quiere ni le reconocen mérito alguno? Porque pretextos anda inventando para salir en los medios y para juntarse con la crema y nata de la política reynosense, la que desde luego no va a pasar de sólo una crónica social.
A los reynosenses no se les olvida que Everardo le quedó a deber a todo el mundo. Y muchos tienen un agravio contra el ex alcalde, quien ya no sabe cómo hacerle para que lo tomen en cuenta. Dejó correr el rumor de que a su salida de la alcaldía sería Presidente del PRI estatal lo que no ocurrió; luego, inventó que sería Delegado de SEDESOL; y durante su gestión como alcalde movió el avispero asegurando que sería él, el candidato del PRI al Gobierno de Tamaulipas. Y de todos los buenos deseos nada.
Es tiempo de que el ex alcalde madure. Que se tranquilice y que se ponga en su justa dimensión. Es importante que Everardo haga acto de conciencia y analice a quienes les quedó mal, a quienes ofendió, a quienes engañó, a quienes no les cumplió y a quienes defraudó.
Y después de ahí que rearme su proyecto personal, no sin antes tener la humildad de ofrecer disculpas a las partes afectadas por su soberbia y sus desplantes.
Insisto. La presencia forzada de Everardo Villarreal Salinas no le genera simpatías al partido que lo llevó al poder y sólo le motiva resentimientos y enojos. Es tiempo de guardarse para Everardo. Es tiempo para que Everardo espere mejores tiempos.
1. Pero, qué pasará con el alcalde de San Blas en Nayarit, Hilario Ramírez, Layín, quien ahora besa a fuerza a una joven. Verdaderamente este Layín es todo un personaje. Alguien debería regalarle el Manual de Urbanidad de Carreño o algunos kilos de educación
2. ¿Cómo está eso de que Chuchín de la Garza quiere gestionar bibliotecas? Mejor que gestione más y mejores empleos y más y mejores escuelas.
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