Nuevo Laredo Tamps.- El uso de pirotecnia genera taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo y/o muerte. Los efectos en los animales son diversos y de diferente intensidad y gravedad. Los perros suelen sentir temor y al huir pueden ser víctimas de accidentes o perderse. Las aves reaccionan frente a los estruendos con taquicardias que pueden provocarles la muerte; los gatos suelen correr detrás de los explosivos por simple curiosidad pudiendo ingerirlos, perder la vista o lesionarse; los insectos y otros animales pequeños poco pueden hacer para no ser dañados, la pirotecnia es para ellos un explosivo de gran tamaño.
Año tras año las mascotas la pasan mal por las festividades de diciembre, que suelen ser unos de los momentos más traumáticos del año para ellas.
Es típico observar durante las fiestas navideñas o fin de año, cómo los animales huyen a esconderse o cobijarse en algún rincón de la casa en busca de un lugar seguro, tranquilo, o buscan las piernas de su ama o amo, debido a que los estruendos provocados por la pirotecnia, hacen que se pongan nerviosos, se asusten y sufran.
Algunas razas, más confundidas, huyen a la calle, despavoridos, y se pierden.
Este temor tiene un origen innato y se explica por su alta sensibilidad ante estímulos sonoros intensos.
La capacidad auditiva de los perros (60.000 ciclos por segundo) es diferente de la del humano (20.000 ciclos por segundo) por su gran aptitud para captar sonidos a altas frecuencias.
Pueden captar grandes densidades de ondas por segundo, gracias a lo cual perciben sonidos como los emitidos por los murciélagos y las ratas, que para el hombre son imperceptibles.
En cuanto a la percepción de sonidos distantes, los perros pueden detectar un sonido débil a una distancia entre cuatro y cinco veces mayor que un ser humano.
Todas estas características les provocan “hipersensibilidad auditiva”, es decir, los ruidos fuertes o explosiones provocados por pirotecnia pueden causarles pánico y provocar que manifiesten conductas inhabituales, tales como huidas, agresividad, etc.
Estos son algunos aspectos a tener en cuenta para despedir este 2016: tanto si te ausentas de tu casa como si recibes gente, aparta tus mascotas del ruido general: dispón un ambiente cerrado de la casa, donde el animal se sienta cómodo para que descanse. (A veces los lugares que eligen solos son insólitos: la bañera, el armario, debajo del auto, en el garaje, pero esto puede ser peligroso) puedes también ubicar a la mascota en el lugar más aislado de la casa, con las puertas cerradas. Déjale una radio o el televisor encendido a un volumen mediano que amortigüe los sonidos exteriores.
Si acostumbra jugar con objetos, déjale un juguete o algo para morder, ponle agua fresca y su plato con alimento. Si el lugar tiene ventilador, préndelo, esto brindará alivio en una situación que puede ser estresante, porque amortigua los ruidos que vienen del exterior de la habitación.
No olvides la cantidad de casos de perros extraviados por temor y otros que se aparecen en el barrio, que vienen huyendo de los estallidos por estas fechas: evita que se escape, ofrécele un lugar aislado y seguro.
Por Verónica Cruz Frías / Info Red Tamaulipas