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Opinión

Medio cobardona la conferencia de prensa ¿Qué, no?

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Cuando se habla de combatir la corrupción y la impunidad, el discurso suena tan poderoso como el estruendo de un cañonazo, pero en los hechos, todo se diluye en fuegos artificiales para entretener al pueblo. La reciente operación “histórica” del Gabinete de Seguridad Nacional, que derivó en la detención de 14 presuntos responsables de una red de huachicol fiscal, es otro de esos espectáculos mal montados que buscan aparentar firmeza, pero no logran ocultar la pus que todavía hierve dentro del sistema.

La historia nos la sabemos de memoria. Nos anuncian detenciones, cateos, aseguramientos millonarios de combustible, y cifras que parecen sacadas de una serie de crimen organizado -de esas que andan de moda-. Más de 10 millones de litros de diésel asegurados, 190 contenedores decomisados, tractocamiones, remolques, propiedades de lujo y millones de pesos en efectivo ¡joder, qué lio! Y todo eso para terminar atrapando a los peones del ajedrez, mientras los verdaderos capos de cuello blanco siguen brindando en restaurantes caros, volando en aviones privados o escondidos tras escritorios públicos.

Uno de los nombres que más resonó fue el de Héctor Manuel “N”, ampliamente conocido en el sur de Tamaulipas. Nadie se sorprendió; era un secreto a voces, el joven que se paseaba en yates, compartía viajes en Europa y Estados Unidos, que tomaba vuelos privados como quien toma un taxi, ahora está relacionado con el fraude a la nación. No se le acusa de enriquecerse con trabajo honesto, sino de operar dentro de una de las redes criminales más lucrativas del país. Lo más irónico es que quizá su único error fue hacer público un estilo de vida que no podía explicar. Un novato en un negocio de veteranos.

Pero vayamos al fondo. Porque esta red, según el propio Gabinete de Seguridad, involucra a empresas transportistas, agentes aduaneros, servidores públicos, marinos en activo y empresarios. La investigación arrancó desde marzo, con la colaboración de todas las dependencias que se supone encabezan la lucha contra la corrupción, pero, el resultado,  nada más y nada menos que una barridita en los escalones más bajos de la organización.

Sin los nombres de alto nivel, ni los políticos en activo, de esos grandes empresarios que no solo facilitaron el huachicol fiscal sino que se beneficiaron directamente de él, tampoco, nada; en mi pueblo dicen “sonó bofo” la conferencia, mucho tuit un día antes y el domingo, nada, pura paja… ¿y los amigos incómodos del poder? Se nota, se siente, que a Omar García Harfuch y compañía les apretó la corbata o no se abrocharon con fuerza las agujetas. Como si esta “operación conjunta” fuera más una puesta en escena que una acción de justicia. Dicen que habrá más detenciones. Eso mismo dijeron cuando Genaro García Luna, con Emilio Lozoya,  hasta de videos hablaron, ja, qué decir del caso Ayotzinapa, con el robo de medicamentos, con los contratos inflados durante la pandemia. Siempre habrá “más”, pero ese “más” nunca llega.

Y por si fuera poco, se dice en los pasillos de Palacio Nacional, que hay nombres aún más comprometedores pero los han mantenido al margen de la investigación por su cercanía con el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Políticos que siguen operando con impunidad, empresarios que lavaron dinero en campañas electorales y hasta familiares de funcionarios federales, que han estado ligados históricamente al contrabando de hidrocarburos.

El gobierno federal, con esta acción, le quiso dar atole con el dedo al pueblo tamaulipeco. No basta con capturar a 14 figuras “desechables” y anunciar con bombo y platillo la desarticulación de una red. Eso no es desarticular, es maquillar. Es cubrir con escarcha una herida abierta que sigue supurando impunidad.

Ya lo dijo un viejo polícia ministerial, de esos de la vieja escuela de este país: “Cuando los peces pequeños caen, es porque los tiburones tienen amigos en las alturas”. La estructura de huachicol fiscal que operaba en Tamaulipas, Veracruz, Nuevo León y la Ciudad de México, entre otras entidades, tiene raíces profundas y tentáculos largos, algunos de los cuales se arrastran por los sótanos de los tres niveles de gobierno.

La presidenta Claudia Sheinbaum debe decidir si va a ser recordada como una mujer de Estado o dejara que Omar le haga como García Luna a Calderón, que se lo llevó a pura simulación. El país ya no necesita más simulacros de justicia. Necesita decisiones valientes y contundentes. No hay tiempo para tibieza.

En la intimidad… Durante su visita a Tamaulipas, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reconoció el trabajo del gobernador Américo Villarreal Anaya en lo que llamó una jornada histórica para la transformación del estado. En el evento «La Transformación Avanza en Tamaulipas», ante más de 10 mil personas, no escatimó elogios hacia el mandatario tamaulipeco, agradeciéndole su entrega y convicción.

El gobernador, por su parte, respondió con igual entusiasmo, destacando los logros en reducción de la pobreza y en infraestructura, señalando que por primera vez en la historia una presidenta rinde su informe en cada entidad federativa. Fue una pasarela de reconocimientos, donde se anunció una fuerte inversión en obras públicas, transporte, salud y vivienda, además de programas sociales que abarcan desde adultos mayores hasta productores del campo.

También se confirmó el inicio de proyectos clave como la Agencia Nacional de Aduanas en Nuevo Laredo, la construcción del Tren de Pasajeros Saltillo-Nuevo Laredo, y un nuevo puente internacional. Tamaulipas, según la narrativa oficial, se encuentra en plena transformación.

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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Dámaso Anaya debe salir de la UAT

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Con estos de la 4T la educación pública suele ser el primer blanco del recorte, la simulación o la inercia burocrática, pero, la Universidad Autónoma de Tamaulipas acaba de colocar un punto y aparte que merece leerse con atención. Como señal política, académica e institucional.

El rector de la UAT, Dámaso Anaya Alvarado, informó un hecho inédito el 100 por ciento de los programas educativos de la Universidad están acreditados en calidad. No es una cifra hueca ni un reconocimiento decorativo. Es, en términos estrictos, la certificación de que toda la oferta académica cumple estándares nacionales y externos de evaluación, pertinencia y actualización ¡histórico!

Conviene recordar el punto de partida. Cuando Anaya asumió la rectoría, la UAT venía de un momento de empuje por recuperar su grandeza, pero, la Universidad tenía 89.9 por ciento de programas acreditados, lo que permitía que 94.4 por ciento de la matrícula cursara estudios reconocidos por su calidad. No era un mal escenario, pero sí uno incompleto. La diferencia entre avanzar y conformarse está, muchas veces, en la decisión política de cerrar brechas.

La apuesta fue clara desde el inicio, acreditación total.  No como consigna, sino como meta medible. En apenas dos años, la administración rectoral impulsó una estrategia integral de evaluación académica, mejora continua y fortalecimiento institucional que involucró a directores, docentes y personal administrativo. Nada se logra en solitario dentro de una universidad de este tamaño.

El propio rector lo ha dicho sin rodeos este avance es uno de los logros más significativos de su gestión. Y lo es porque garantiza algo elemental que suele olvidarse en el discurso educativo todos los estudiantes, sin excepción, cursan hoy programas evaluados, pertinentes y alineados a las exigencias del sector productivo y social.

Hay otro elemento que no debe soslayarse. Este resultado también refleja respaldo institucional y político del Gobierno del Estado. Cuando la educación se asume como eje de transformación y no como trámite administrativo, los resultados suelen aparecer. Aquí no hay milagros,  hay coordinación, seguimiento de indicadores y decisiones sostenidas.

La acreditación al 100 por ciento no es el punto final, pero sí un piso más alto desde el cual exigir más. Más investigación, mayor vinculación, mejores condiciones laborales y un impacto social que trascienda las aulas. En ese sentido, la UAT manda un mensaje claro; el de quiere ser —y competir como— la institución de educación superior más sólida del estado, por eso, Dámaso ya o muy pronto debe tener una encomienda mayor.

En la intimidad… Mientras la educación consolida estándares, Hidalgo, Tamaulipas, se prepara para jugar en otra liga: la del turismo religioso con visión de desarrollo. La inauguración de la Virgen de la Misericordia, una escultura monumental de más de 32 metros en El Chorrito, no es solo un acto de fe; es una estrategia territorial.

Esta obra atraerá a miles de peregrinos, pero también generará empleo, activará economías locales y detonará un desarrollo sostenible. No es un discurso voluntarista. La dependencia elaboró un análisis con base en series históricas y proyecciones reales.

“No es solo una proyección, es la prueba de que, cuando trabajamos unidos y con profesionalismo, convertimos nuestra riqueza cultural y natural en prosperidad real y duradera para todos”, explicó el funcionario. Los números acompañan el optimismo más de 65 mil visitantes estimados al cierre del año.

Las Rutas Cultural y de Naturaleza, acompañadas por este nuevo santuario, apuntan a experiencias auténticas que conectan fe, territorio y comunidad. Hernández Rodríguez lo resumió así: “El futuro del turismo en nuestro estado está despegando como nunca, gracias al impulso del gobernador Américo Villarreal Anaya, con más seguridad, infraestructura, conectividad y servicios”.

La Virgen de la Misericordia se perfila, así, como el nuevo corazón espiritual y turístico del noreste mexicano. Y en el fondo, el mensaje es el mismo que en la Universidad: cuando hay planeación, respaldo y visión, los proyectos dejan de ser promesas y empiezan a ser destino.

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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Bad Bunny y el cambio de estructuras

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Por: Zaira Rosas
zairosas.22@gmail.com

¿La música es para todos? Se podría decir que sí, mas no es así cuando se trata
de la música en vivo que se capitaliza como experiencias. En los últimos años se
ha visto un auge en la demanda de conciertos, una parte va relacionada con el
encierro que se vivió en la pandemia y la otra con la demanda de experiencias
únicas que representan los conciertos.
En la lógica capitalista las vivencias irrepetibles son más costosas, a mayor poder
adquisitivo, mayor es la exclusividad y el privilegio, incluso se venden paquetes
VIP que hacen que un boleto duplique su valor y otorgue ciertos beneficios o
recuerdos únicos a quien lo adquiere.
Bad Bunny no escapa a esta lógica donde acudir a uno de sus conciertos es un
privilegio en cualquier sentido, partiendo desde la residencia que montó durante
un mes en Puerto Rico, misma que hizo que personas de todo el mundo se
trasladaran para vivir al ritmo de la orquesta lo que significa estar en esta isla.
Sus canciones son sinónimo de ritmos latinos, mueve a las masas, posiciona el
español como lengua y también es un ejemplo de revolución y protesta disfrazada
de popularidad. Los acrónimos en los títulos de sus canciones, las letras
irreverentes e incluso el Sapo Concho, protagonista del último disco, son ejemplos
de que el arte también puede ser una invitación a la protesta y la transformación.
En medio de una lógica capitalista y un sistema que destaca los privilegios el
escenario también es una revolución y así lo demostró el artista con su llegada a
México, donde programó 8 fechas con lleno total donde las secciones tuvieron un
cambio gracias a sus nuevas estructuras. Idealmente quienes pagan más tienen
de cerca al artista, pero en esta ocasión trajo la famosa “casita” a una nueva
sección, la más accesible donde democratiza este privilegio para más personas.
De inmediato los comentarios no se hicieron esperar, hubo quejas e inconformidad
por parte de quienes habían pagado el doble para ver a su artista “más cerca” y
ahora quienes adquirieron un boleto general pueden también disfrutar de esta
experiencia masiva. Lo anterior solo demuestra una lucha constante que prevalece
en medio de sistemas capitalistas, funciona para algunos, para otros no porque
incrementa las desigualdades, pero mientras tanto el Boricua más famoso del
momento nos recuerda que en ocasiones las narrativas pueden ser más
equilibradas y justas con una mayoría.
Su música masivamente popular, no solo consta de una buena combinación de
ritmos y grandes colaboraciones artísticas, tampoco se encuentra en un punto de
popularidad sin esfuerzo, el punto actual de Bad Bunny es el resultado de

innovación, creatividad, pero también vinculación social, tiene clara su meta,
cuáles son los dolores que carga la gente y cómo su fama es un punto
fundamental para marcar la diferencia en el entorno, desde 2020 es uno de los
artistas más escuchados en el mundo, aún en países como Estados Unidos donde
no predomina el español, él sigue posicionando el idioma en nuevos puntos de
consumo.
Tampoco es casualidad su incursión en películas del Hollywood donde representa
un punto de atracción para públicos latinos, pero también un contrapeso ante
ideologías de poder que buscan que predomine lo blanco y destinan a personas
latinas el mismo rol constantemente.
Bad Bunny no elimina la lógica capitalista del espectáculo, acudir a cualquier
sección de sus conciertos es en sí un privilegio, los boletos más baratos tenían un
costo mayor a mil pesos. Sin embargo, sí introduce fisuras que obligan a
replantear privilegios normalizados. Tal vez ahí radica la potencia de su propuesta:
usar la popularidad, los números y la atención masiva para incomodar, para
recordarnos que el arte no solo entretiene, también puede redistribuir miradas,
espacios y experiencias, sus cambios de estructura son también una muestra de
que el entretenimiento puede impulsar cambios que resuenen más allá de un
concierto.

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¡Peeescaaado fritoooo!!!!

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La reconstrucción del sector rural tamaulipeco avanza, aunque muchas veces pasa desapercibida entre el ruido político y las urgencias cotidianas. En la Presa La Loba, en el municipio de Jiménez, el Gobierno del Estado activó una de esas acciones que parecen pequeñas, pero que sostienen el futuro productivo de comunidades enteras. Ocho mil alevines de tilapia fueron liberados en este cuerpo de agua como parte del Programa P042 Política para el Desarrollo del Sector Rural.

El secretario de Desarrollo Rural, Pesca y Acuacultura, Antonio Varela Flores, encabezó la jornada junto a la alcaldesa Corina Esther Garza Arreola. Ahí, con la participación activa de habitantes de los ejidos La Independencia y La Esperanza, se confirmó que el desarrollo rural no se decreta, se trabaja en campo y con la gente. La presencia del subsecretario Jorge de Jesús Montagner Mendoza y de autoridades municipales fortaleció el mensaje institucional: este es un proyecto que involucra a todos los niveles de gobierno y a las comunidades.

Varela Flores lo explicó con claridad. La liberación de alevines busca restaurar ecosistemas acuícolas, multiplicar las oportunidades productivas y asegurar alimentos frescos y nutritivos para las familias de la región. Esta es la ruta que ha marcado la administración de Américo Villarreal Anaya: recuperar los cuerpos de agua, impulsar la economía local y sembrar condiciones que garanticen continuidad a la actividad pesquera. Más allá del acto formal, se trata de devolverle vida a un territorio golpeado por la sequía y por la falta de atención histórica.

Estas acciones toman sentido cuando se observan desde una visión integral. El campo tamaulipeco necesita políticas públicas que eleven la productividad, protejan los recursos naturales y mejoren la calidad de vida de quienes dependen del trabajo rural. Varela Flores insiste en que el objetivo es construir un campo más próspero, dinámico y sostenible. No es una frase aislada; es la ruta que se ha trazado y que, al menos en este caso, se está ejecutando.

En la intimidad…Mientras la agenda rural avanza tierra adentro, en Tampico la administración municipal trabaja en otro tipo de recuperación: la de la imagen urbana. La alcaldesa Mónica Villarreal Anaya ha instruido una estrategia de conservación, mantenimiento, iluminación y embellecimiento que ya se refleja en varios puntos de la ciudad.

Un ejemplo reciente es el reemplazo de 115 palmeras en los camellones de la avenida Hidalgo. Las anteriores habían sido afectadas por una plaga y fueron sustituidas por nuevas especies para mantener la armonía visual de una de las avenidas más transitadas y emblemáticas. La intención es clara: que la ciudad luzca mejor y que esa mejora sea permanente.

En la misma vialidad se instalaron antirreflejantes en un tramo de 720 metros del puente deprimido. Los dispositivos, ahora en color verde y con material reflejante, refuerzan la seguridad vial y modernizan la señalización. A la par, el festival Renace continúa expandiendo su propuesta de arte urbano en colonias como Fovissste y Elías Piña, proyecto que ya se replica en la barda del Aeropuerto de Tampico con autorización del grupo OMA.

El mural incluirá diseños artísticos y una sección dedicada al próximo Mundial de Futbol. Parte del embellecimiento urbano, como los motivos tének en el paso a desnivel y el distribuidor vial, fue financiado con recursos del estacionamiento subterráneo municipal, destinados precisamente a fortalecer la imagen turística de la ciudad.

A esto se suma la sustitución de cerca de 350 lámparas en distintos sectores, una respuesta directa a los reportes ciudadanos que llegan a través del nuevo sistema de atención municipal. Villarreal Anaya asegura que los cambios se están reflejando y que su administración continuará impulsando acciones que eleven la calidad de vida de la población.

Tampico avanza, silencioso pero constante, hacia una imagen urbana más digna y un entorno más funcional. Una ciudad renovada toma forma, y la ciudadanía comienza a notarlo.

davidcastellanost@hotmail.com

@dect1608

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El verdadero poder detrás de un algoritmo

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Por: Zaira Rosas

zairosas.22@gmail.com

Llega el último mes del año y con él una etapa de cierres, vivimos inmersos en dispositivos y aplicaciones que nos invitan a hacer el recuento de mejores momentos, hay plantillas para compartir las fotos más significativas y otras plataformas como Spotify hacen el resumen de nuestro año musical.

Al compartir nuestra canción más sonada y saber qué rol melómano jugamos en el mundo nos sentimos también parte de una comunidad, podemos identificar cuáles son los gustos en común con nuestro círculo más cercano y en este año incluso bromeamos con nuestra edad musical, sin embargo, el que una plataforma pueda armar un perfil de nuestras preferencias va mucho más allá de solo conectar a través de la música.

Spotify no es la única plataforma que conoce a la perfección nuestra esencia, también Chat GPT fue el confesionario en más de una ocasión y si le preguntamos que nos arme un “Wrapped” puede darnos información de nuestra personalidad y hasta predicciones para el 2026. A simple vista parece algo simple y hasta entretenido, pero si profundizamos en que la información es poder ¿Quién tiene realmente el control de lo que pensamos y hacemos? ¿somos nosotros o es la IA?

La inteligencia artificial se popularizó en 2023, aunque su surgimiento data de muchos años atrás, fue con Chat GPT que se volvió una herramienta de apoyo constante para más de 900 millones de personas alrededor del mundo, lo que equivale a un 11% de la población mundial y este dato va en aumento, es común que haya quien hable con plataformas de IA como si se tratase de un gran amigo, atrás quedaron las historias de ficción como HER, pues hablarle a Alexa, Siri, Copilot, Gemini o CHAT GPT, es algo común para un gran número de personas.

Aunque esta herramienta facilita múltiples tareas e incluso para nuevas generaciones puede ser un tutor que facilita la comprensión de temas complejos e incluso crea dinámicas más atractivas de estudio, no podemos negar que su uso y el dominio de la misma también es una forma de perpetuar la desigualdad, pues la comprensión de esta herramienta y el acceso si bien se está incrementando no está disponible para todas las personas.

La inteligencia artificial ha creado nuevas formas de interacción, es sumamente utilizada por las empresas, llegando incluso a desplazar a personas de sus funciones, pero también generando avances de productividad, apoyo en diagnósticos de salud y un mayor volumen de ideas. En países como España, más de un tercio de los usuarios de internet usa chatbots de manera habitual, y en América Latina cerca del 80% de la población interactúa con IA en su vida diaria.

Sin embargo, este crecimiento acelerado trae consigo riesgos que no podemos ignorar. La velocidad con la que adoptamos estas plataformas no siempre va acompañada de educación digital. Menos de la mitad de las personas que usan IA verifican la información que reciben. También, existe el riesgo de volvernos dependientes, de perder habilidades esenciales como la escritura, la investigación o el pensamiento crítico.

La privacidad es otro punto crucial. Cada interacción, cada consulta y cada preferencia que compartimos alimenta modelos que aprenden de nosotros y sobre nosotros. ¿Estamos realmente conscientes de cuánta información entregamos? ¿Sabemos para qué se usa? La línea entre utilidad y vulnerabilidad es más delgada de lo que pensamos. Y si una plataforma puede armar perfiles precisos de nuestros gustos también puede conocer a profundidad nuestros miedos, intuiciones y formas de pensar, ya vivimos pequeños ejemplos en épocas electorales de lo que se puede lograr con datos tan profundos sobre la población. Este artículo es una invitación a conocer de fondo cada plataforma, su aparición es un avance, pero su uso requiere de responsabilidad y criticidad, las herramientas existen para facilitar la vida y de nosotros depende aprovecharlas para servirnos y no para reducir nuestro propio funcionamiento. En un futuro no muy lejano que la IA sirva para incrementar nuestras capacidades y no para dominarnos.

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