El 20 de enero de 2025, Donald Trump volverá a asumir la presidencia de los Estados Unidos tras una de las elecciones más polarizadas en la historia moderna del país. Sin embargo, este inicio de mandato promete ser aún más complicado que su primer periodo. En esta nueva era, el republicano enfrenta no solo los retos heredados de una nación dividida, sino también un contexto político y social más tenso, agravado por el reciente atentado en Nueva Orleans.
El ataque, ocurrido apenas unos días después de que el Colegio Electoral certificara su victoria, y perpetrado al inicio del 2025, dejó en evidencia la fragilidad de la seguridad interna de los EEUU, y los riesgos de una nación políticamente fragmentada. A esto se suma el descontento de sectores demócratas que, aunque han asegurado que el próximo 6 de enero habrá una transición pacífica, no han podido ocultar su incomodidad, por cierto, Para Kamala Harris, candidata derrotada en las elecciones, la tarea de presidir el Senado y formalizar la victoria de Donald Trump no será fácil.
La crispación entre partidos, junto con un país que aún carga las cicatrices de conflictos sociales y económicos postpandemia, configura un inicio de gobierno lleno de obstáculos. Trump deberá demostrar que puede gobernar con un Congreso dividido y bajo la sombra de los cuestionamientos constantes de la oposición, así como la debilidad de un mandato que nunca fue bien visto desde el exterior.
En medio de este panorama, una pregunta surge: ¿cómo afectará este segundo periodo a México? Durante su primera etapa, Trump se posicionó como uno de los presidentes estadounidenses menos intervencionistas en términos militares. Este enfoque podría ser beneficioso para México si la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo logra reforzar la frontera sur y mejora las condiciones de vida de los mexicanos.
Un México fuerte y estable sería clave para mantener una relación armoniosa con su vecino del norte. Pero si las políticas mexicanas no logran contener la migración y los conflictos económicos en la región, Trump no dudará en endurecer su postura. El reto para ambos mandatarios será establecer un equilibrio que permita prosperar a las dos naciones.
En la intimidad… En Ciudad Madero, el alcalde Erasmo González Robledo protagonizó un acto de justicia social -tal y como se lo dicta el gobernador Américo Villarreal Anaya- que resuena con el enfoque humanista que tanto promueve la administración actual. Seis trabajadores del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del H. Ayuntamiento recibieron sus cheques de jubilación, sumando un total de 756 mil pesos, como reconocimiento a su dedicación y esfuerzo.
Acompañado de su esposa, Dunia Marón Acuña, y rodeado de funcionarios estatales y municipales, González Robledo destacó que este evento marca un cierre digno para quienes han servido a la comunidad durante años. Entre los jubilados se encuentran figuras como Leticia Alma García Brown de Desarrollo Urbano y Petra Ramírez Cervantes de Servicios Generales, quienes fueron reconocidas por su entrega.
El compromiso del gobierno municipal es claro: cumplir con los trabajadores y transformar a Ciudad Madero bajo un enfoque humanista. Como bien señaló el alcalde, cuando las autoridades trabajan alineadas con los programas federales y estatales, los beneficios llegan a quienes más lo necesitan.
Un cierre de ciclo para algunos, pero un ejemplo de cómo las acciones locales pueden reflejar un cambio positivo en la vida de las comunidades.
Por cierto, una felicitación especial a la Unidad Académica Multidisciplinaria Mante (UAM Mante) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), que llevó a cabo la graduación de 157 estudiantes de la Generación 2020-2024 que culminaron su formación en las licenciaturas de Enfermería, Ingeniería en Sistemas Computacionales, Ingeniería Agrónoma, Contaduría Pública e Ingeniería Bioquímica Industrial, así como la Primera Generación de la Maestría en Tecnologías para el Aprendizaje.
La ceremonia contó con la presencia del director de la UAM Mante, José Reyna Tinajero y de la presidenta municipal de El Mante Martha Patricia Chío de la Garza, quien fungió como madrina de la generación, además de invitados del sector salud y educación, y familiares de los graduados.
A nombre del rector, Dámaso Anaya Alvarado, el director José Reyna Tinajero, felicitó a los graduados y dijo que este momento es una oportunidad para fortalecer los lazos con la sociedad y las instituciones que han sido parte de su formación.
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