En México hay más teléfonos celulares asegurados que
casas habitación. Es correcto, no es necesario que acuda con el oculista, usted
lee a la perfección.
Según información de la Asociación Mexicana de Agentes de
Seguros y Fianzas A.C. hoy en día menos del 10 por ciento del total de los
hogares mexicanos están asegurados, pero es aún más preocupante que de ese
reducido porcentaje, únicamente el 20% tienen una aseguradora por voluntad del
propietario mientras que el resto han firmado un contrato de seguros
condicionados y/u obligados mediante una hipoteca, en otras palabras, solo
están protegidos porque la financiera jamás le perdería en caso de una pérdida
total; esta misma dinámica desinteresada percibe la AMASFAC en la contratación
de convenios para empresas.
El Ingeniero Cristóbal D. Montiel Campos, Presidente de
la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas A.C. Sección Tampico,
nos explicó que actualmente el crecimiento de la cultura del seguro de casa
habitación, no es de la misma manera al incremento del seguro de un celular,
las personas le dan más importancia a asegurar un aparato electrónico de 20 mil
pesos que asegurar su patrimonio residencial, cuando este puede costar hasta
más barato que el seguro del celular; se cree que esta falta de cultura se
deriva por el desconocimiento de los alcances y coberturas de este tipo de
seguros, por citar algunos: incendio, fenómenos naturales como huracán,
terremoto o erupción volcánica; por lo que hoy en día la contratación de este
tipo de seguros esta, literal, en pañales.
Apegados a la información de la AMASFAC, en comparativa,
el costo del seguro de un vehículo representa en promedio entre el 5 o 10 por
ciento del valor del mismo; el de una moto entre el 10% y un 20%; un seguro
para casa habitación básico no llega ni al 1 por ciento del valor del inmueble
y las personas creen que el costo del seguro de casa habitación es en la misma
proporción y saldría carísimo. No, no es así.
Le platico lo anterior porque este lunes en la ciudad de
Tampico, Tamaulipas; al noreste de México, un incendio consumió dos casas
residenciales ubicadas en la prestigiada colonia Loma de la Aurora, un pequeño
fragmento de terreno tampiqueño en donde se encuentran empresas como KFC, El
Papalote Taco Grill & Bar, Wal-Mart, Suburbia; y por una calle se salvan de
estar en esa misma colonia las franquicias Fridays, Chuck E. Cheese´s, y el
distinguido colegio Félix de Jesús Rougier, al que solo unos cuantos hijos de
adinerados tienen acceso.
El accidente se registró cerca de las 14 horas con
30 minutos, cuando una pipa de la empresa Gas Universal, abastecía el tanque
estacionario de la casa del señor Jorge “H”, en la calle Loma Plata, cuando
repentinamente la manguera se zafo del tanque y comenzó a chicotear por la
presión del gas, entonces una voraz llama emanada desde el interior de la
vivienda, incendio en un segundo la pipa de 4 mil litros de gas (que si esta
hubiera explotado, la onda expansiva hubiese causado severos daños a por lo
menos unos 200 metros a la redonda), la fuerza de la conflagración, hizo
que la unidad brincara la velocidad y avanzó unos metros hasta impactarse con
la casa del vecino, para pronto también ya estaba en llamas.
Hasta el primer minuto del martes, los dos empleados de
la gasera, y las dos personas del sexo femenino de la casa, quienes
por cierto fueron rescatadas por unos albañiles que trabajaban en el terreno
posterior a la vivienda incendiada, se reportaban estables, ellas con lesiones
menores, mientras que uno de los trabajadores de Gas Universal, estaba grave
pero estable. Una segunda hija del matrimonio igualmente se encontraba en su
hogar a la hora del accidente, por fortuna ella resultó ilesa, no así tres de
sus mascotas caninas que están muy delicadas porque fueron alcanzadas por la
enorme lengua de fuego.
Ahora la Procuraduría General de Justicia del Gobierno de
Tamaulipas, deberá informar si la empresa Gas Universal, cumple a cabalidad con
La Ley de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio
Ambiente del Sector Hidrocarburos, que les obliga a cumplir con el
requerimiento mínimo de los seguros que deberán contratar las compañías que
realicen las actividades de transporte, almacenamiento, distribución,
compresión, descompresión, licuefacción, regasificación o expendio al público
de hidrocarburos o petrolíferos” (“Lineamientos”), que tienen por objeto
establecer las reglas de los seguros obligatorios que deberán ser contratados
en materia de responsabilidad civil (“RC”), y por daño ambiental (“RA”), que
pudieran ocasionarse en el desarrollo de dichas actividades, y que además
establece como sujetos obligados a quienes se dediquen, concretamente, a por lo
menos los dos siguientes:
1. Compresión, licuefacción,
descompresión y regasificación, así como transporte, almacenamiento,
distribución y expendio al público de gas natural.
2. Transporte,
almacenamiento, distribución y expendio de petrolíferos
Invitamos a las personas que se acerquen a un agente de
seguros AMASFAC para que vean de lo que se están perdiendo; por lo pronto, aquí
le dejamos y subrayamos que: Los accidentes y la naturaleza misma se pueden
convertir en una desgracia para el patrimonio de las personas.
Tamaulipas necesita menos discursos bonitos y más acciones bien fundamentadas, como las que esta semana marcaron un precedente de gran valor público. La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) y la Auditoría Superior del Estado (ASE) firmaron un convenio de colaboración que no debe pasar desapercibido, no solo por su valor institucional, sino por lo que representa para la sociedad tamaulipeca.
Encabezada por el rector Dámaso Anaya Alvarado y el auditor Francisco Antonio Noriega Orozco, esta alianza se convierte en una herramienta de transformación real, no solo para formar profesionales capaces, sino también para empujar desde la academia una auténtica cultura de legalidad, transparencia y rendición de cuentas. En un estado donde la opacidad ha sido, históricamente, el camino más corto para el poder, este tipo de acuerdos representan una ruptura con la costumbre.
La UAT no solo busca formar técnicos o profesionistas, sino individuos con pensamiento crítico y compromiso ético. Esa es la diferencia entre instruir y educar. Y si la Auditoría Superior del Estado tiene claro que varios de sus cuadros más valiosos egresaron de la máxima casa de estudios tamaulipeca, entonces es momento de devolverle a la universidad el lugar que merece como motor del cambio estructural. Este convenio tiene, además, una dimensión profundamente social.
En un estado golpeado por décadas de mala administración, de corrupción y de simulación burocrática, resulta alentador ver que dos instituciones tan importantes deciden unir esfuerzos para mejorar la calidad del servicio público. Porque aquí se trata no solo de eficientar, sino de humanizar la función pública.
Y si de buenas señales hablamos, vale la pena subrayar lo dicho por Dámaso Anaya: este no es solo un acto jurídico, sino un ejercicio de confianza mutua. Ojalá esa confianza se traduzca en resultados tangibles, porque Tamaulipas necesita más instituciones fuertes y menos figuras decorativas.
En la intimidad… La política se viste de coherencia cuando el discurso ambientalista no solo se pregona, sino se legisla. En este contexto, el diputado local Pepe Schekaiban dio un paso significativo al presentar una iniciativa de ley para eliminar el uso de desechables no biodegradables dentro del Congreso del Estado.
El legislador panista fue claro: si los cambios no empiezan en casa, difícilmente podrán exigirse afuera. Y tiene razón. Su propuesta, ya aprobada por el pleno, no solo plantea eliminar plásticos y unicel del recinto legislativo, sino que pretende generar una cultura de sustentabilidad que permee en todas las instituciones públicas.
Más allá de la retórica, el diputado Schekaiban entiende que las leyes deben ser el reflejo de una voluntad real de transformación. Su propuesta apunta a un cambio cultural, lento pero necesario, que nos obligue a pensar en el futuro desde las decisiones del presente. Porque hablar de sustentabilidad no es moda, es responsabilidad.
Y mientras la educación y la legislación avanzan con pasos firmes, la Secretaría de Salud del estado no se queda atrás. Esta semana instaló dispensarios médicos inteligentes en distintos puntos de Tamaulipas, incluyendo el Congreso del Estado, para realizar tamizajes cardiovasculares.
El secretario Vicente Joel Hernández Navarro explicó que esta estrategia permite alimentar una plataforma digital con datos clínicos en tiempo real, lo que permite identificar pacientes con riesgos cardíacos y brindarles atención inmediata a través de la aplicación Emergencias en Salud. En esta primera etapa se atendieron más de mil personas, y eso no es poca cosa.
Se trata de una política pública bien dirigida, con un enfoque preventivo y apoyada en la tecnología. Aquí no hay promesas huecas, sino acciones que literalmente pueden salvar vidas. Si esta dinámica se mantiene y se fortalece, podría convertirse en un modelo replicable a nivel nacional.
Estas tres historias —la educación, la legislación ambiental y la salud pública— nos recuerdan que sí se pueden hacer las cosas bien en Tamaulipas. Lo que falta es voluntad. Pero cuando esa voluntad se alinea entre instituciones comprometidas, los resultados se sienten, se miden y se celebran.
Por Zaira Rosas Durante décadas México ha tratado de consolidar un proceso democrático, que a lo largo de los años ha sido duramente cuestionado, sin embargo, también estudiado por otros países pues tenemos uno de los sistemas más adecuados para votaciones a nivel global, todo ello gracias al trabajo que durante años ha desempeñado el Instituto Nacional Electoral, este 1 de junio no ha sido la excepción bajo un proceso histórico.
Pocos son los países que ponen bajo el voto popular la elección de jueces y magistrados, pero ninguno como México que depositó en manos del pueblo la elección de todos los poderes. ¿es verdaderamente una democracia? Claramente no, si bien este es un proceso histórico, no significa que sea innovador ni acertado, basta con escuchar a quienes pasaron horas en filas o buscando sus casillas para entender que nadie entiende de qué se trata.
La elección constó de múltiples boletas donde las personas de manera general requerían de acordeones o guías para poder entender sobre qué estaban emitiendo una opinión, difícilmente alguien podría mencionar el nombre de al menos 3 propuestas y ni hablar de la ignorancia colectiva que tenemos respecto a las materias y ejes de atención de cada una de las propuestas.
¿Qué avance puede representar una elección aleatoria en la que compiten por igual personas con carrera judicial y otras sin preparación? El proceso en sí es una falla desde su propuesta, pero se vendió como una alternativa ante la corrupción, sin embargo, es más propensa a propuestas desequilibradas y candidaturas controladas.
Aunque se trata de un proceso electoral nunca antes visto, significa un retroceso democrático, primeramente, se deja de lado el equilibrio de los distintos poderes, que era uno de los mayores avances de México y en segundo no se está contemplando la inequidad bajo la que surgieron y se promocionaron las distintas candidaturas por lo que los resultados serán igualmente desiguales según los recursos de sus postulantes.
La votación no tendrá la participación esperada, al menos en las casillas pocas son las personas que entienden el proceso en el que están participando, otros tantos van por anular su voto pues no vislumbran un proceso de confianza con quienes podrían influir en la elección.
¿Qué pasa después del voto? El conteo tomará varios días pues no se realiza en las casillas, será hasta el 15 de junio que conozcamos el total de resultados y entonces comienza el tiempo para las impugnaciones.
La población nuevamente se encuentra dividida pues para algunos se trata de una elección que no debería tener lugar y para otros una oportunidad de validar a quienes imparten justicia en el país, sin importar la postura que tengamos es innegable que se trata de algo único y que esta elección puede determinar el futuro de la democracia de nuestro país.
Este domingo 1 de junio no fue un día cualquiera. En Tamaulipas se escribió una página inédita para la democracia mexicana: por primera vez, las y los ciudadanos eligieron de forma directa a quienes integrarán el nuevo Poder Judicial, tanto en el plano estatal como federal. Un acto que, más allá de su peso jurídico y político, simboliza la madurez que va adoptando nuestra cultura democrática.
El gobernador Américo Villarreal Anaya, acompañado por su esposa, la doctora María de Villarreal, presidenta del DIF estatal, llegó pasado el mediodía a la casilla 1593 básica, instalada en la Universidad Pedagógica Nacional. Ahí, con la serenidad de quien cree en la fuerza del pueblo, reiteró que en Tamaulipas todo marchaba bien. Votar era no solo un derecho, sino un deber histórico. “Salgan y sufraguen por los candidatos que consideren y conocen que pueden hacer un buen desempeño”, sentenció el mandatario antes de ingresar a emitir su voto.
Quienes conocen a Américo Villarreal saben que no es hombre de estridencias. Su llamado fue sobrio, sin estridencias protagónicas, y con un claro mensaje: “Que esa sea la expresión de su deseo democrático”. Sin duda, palabras que invitan a reflexionar sobre el peso del sufragio en tiempos donde se intenta resquebrajar la legitimidad de las instituciones desde la desinformación y el desinterés.
Por su parte, otro actor clave del movimiento de regeneración democrática en el estado, el diputado presidente de la Junta de Coordinación Política, Humberto Prieto Herrera, también se sumó al proceso electoral. Acompañado por su esposa Verónica Garza y sus hijos, Prieto Herrera ejerció su voto en la casilla 2160 de Reynosa. “Hoy elegimos al Nuevo Poder Judicial… sé parte de la Historia de la Democracia Moderna”, pronunció el legislador.
Y es que, más allá de posturas partidistas, este tipo de procesos son la esencia misma de un régimen que busca ser representativo, participativo y justo. Se votó en todos los municipios, como lo afirmó el gobernador, y eso debe celebrarse. En un país donde durante décadas la justicia era elegida entre pasillos oscuros y acuerdos de poder, hoy las y los tamaulipecos pudieron opinar con tinta indeleble quién debe impartir justicia.
La jornada electoral aún no concluye al momento de escribir estas líneas. Las casillas cierran a las seis. Pero más allá de los resultados, lo verdaderamente importante ya ocurrió: Tamaulipas eligió y lo hizo en paz. Eso es democracia. Eso es historia.
En la intimidad… Mientras la atención mediática y política se concentra en los comicios judiciales, desde el corazón científico de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, una joven agrónoma está gestando una revolución silenciosa, pero igual de trascendente. Su nombre es Paola Elizabeth Hernández Meléndez, y su causa es la tierra.
Paola, egresada de la carrera de Ingeniería Agronómica y actualmente estudiante de la maestría en Sistemas Agropecuarios y Medio Ambiente, ha desarrollado una fórmula herbicida natural que podría marcar el inicio del fin para los dañinos químicos que amenazan la salud del campo y de quienes lo trabajan. Su tesis, titulada “Actividad herbicida de extractos polifenólicos en pre y postemergencia sobre el cultivo de frijol”, ya fue reconocida como la mejor investigación de licenciatura por la Academia Tamaulipeca de Investigación Científica y Tecnológica.
Este proyecto, nacido del amor por la naturaleza y la ciencia, busca eliminar la maleza usando compuestos naturales extraídos de plantas como la gobernadora, el eucalipto, la hoja sen y la cáscara de nuez. Lejos del laboratorio frío, las pruebas fueron realizadas en el rancho “Las Águilas” de la FIC en Padilla, Tamaulipas. ¿El resultado? Prometedor: una alternativa viable, sustentable y efectiva frente a productos como Atrazina y Faena.
Respaldada por un sólido equipo académico, Paola se perfila como una de las nuevas voces de la agroecología mexicana. En tiempos donde el campo clama por justicia, su propuesta no es solo un avance técnico, es un acto de compromiso con la vida, con el medio ambiente y con la alimentación del mañana. Mientras algunos hacen historia desde las urnas, otros la escriben con ciencia y amor por la tierra. Y eso, también, es democracia.
Este domingo 1 de junio de 2025, México vivirá un hecho histórico: las primeras elecciones judiciales donde la ciudadanía elegirá a los integrantes del nuevo Poder Judicial. Toda persona mayor de 18 años con credencial vigente del INE podrá votar por los candidatos que considere más aptos para estos cargos.
Ayer finalizaron las campañas para cargos federales, como Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Magistrados del TEPJF, del Tribunal de Disciplina Judicial, Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito, así como cargos locales dependiendo el lugar de residencia de cada votante, como lo será en Tamaulipas.
Elegir entre tantas candidaturas será un reto, ya que las boletas varían según la región y la cantidad de opciones por boleta, complica que se emita un voto verdaderamente informado.
Esta Reforma Judicial en la que México está inmerso, ha generado controversia. Se ha cuestionado la idoneidad de algunos candidatos, con señalamientos sobre posibles nexos con el crimen organizado, según reportes en medios y redes sociales, su capacidad, experiencia o relación con el partido político en el poder.
Además, han circulado “acordeones” entre simpatizantes de Morena con instrucciones sobre por quién votar, lo que levanta dudas sobre la transparencia en este proceso.
Algunos grupos políticos han organizado lo que han llamado “reuniones informativas” para explicar el proceso, e incluso para sugerir por quienes votar, sobre todo los cargos nacionales, que son los que interesan a la clase política.
Pero la complejidad de marcar hasta 10 boletas con decenas de nombres desconocidos probablemente causará errores, aún y cuando algunos lleven su acordeón.
En el sur de Tamaulipas (Altamira, Tampico y Ciudad Madero), los votantes recibirán 10 boletas: 6 federales (con 15 a 81 candidaturas, según el cargo) y 4 locales (con 10 a 94 candidaturas, como las 94 para los 43 jueces de primera instancia).
Para la mayoría, estos nombres son desconocidos, por lo que será verdaderamente difícil emitir un voto razonado. Si en elecciones tradicionales los candidatos conocidos, después de votamos por ellos y ya están en el cargo a menudo nos decepcionan, resultan ser todo lo contrario a lo que pensábamos, imagine en estas elecciones, el riesgo es mayor al votar por desconocidos.
En conclusión, este proceso definirá el Poder Judicial por años (hasta 12 años para Ministros de la SCJN, 8 para jueces).
Realmente queremos que se logre lo que se pregona, el fortalecimiento de la justicia, pero el desconocimiento y las irregularidades que se han señalado nos obligan a ser vigilantes.
La justicia no puede quedar al azar; se requiere un cambio en el poder judicial pero debemos exigir un cambio positivo y transparente.